En el lejano oeste, un sucio justiciero busca su destino junto a un ataúd; un fiel amigo para este alma solitaria. Camino de México, encuentra a María, una bella joven que esta a punto de ser violada por unos forajidos. Desafortunadamente para ellos, Django se cruza en su camino y son aniquilados. En su siguiente parada, el vaquero, la damisela y la caja de madera de pino, llegan a un hotel repleto de indeseables. Indeseables como Django. Desde el primer momento pone las cosas claras y demuestra que el salvaje oeste esta hecho para gente como él. María piensa que es el hombre de su vida, mientras el resto teme por la suya. Se ha creado muchos enemigos y algunos muy peligrosos. Una banda de asesinos que aterrorizan la comarca, deciden ir con su ejercito en busca de Django. Y, en lugar de acabar con su él, conocerán el terrible secreto que esconde en su ataúd. Pero aquí no acaban los problemas de nuestro protagonista, pues en la frontera de México nadie esta a salvo de los bandidos. Miguel, lidera un peligroso grupo de salvajes bandoleros que se valdrán de Django para robar el oro del gobierno. Una ayuda que puede salirles muy cara, si abre su ataúd y deja “fluir” toda las esencia que hay en él.
Hoy tenemos una película considerada de culto dentro de los seguidores del western más auténtico. Sobre todo ahora que Quentin Tarantino puso en boca de todos el nombre de su protagonista: Django. Y es que el genio de Tenesse volvió a sorprendernos a todos con su “falso” remake. En efecto, Django Unchained, no es un remake del Django que presentamos hoy aquí. Simplemente el carácter principal tiene el mismo nombre. Por lo demás el Django rodado en 1966 es muy distinto a la obra de Tarantino. En este caso, el anti-héroe encarnado por Franco Nero (que recordemos que también hace un “cameo” bastante “freak” en la película de Tarantino), busca una justicia nada altruista. Con una puesta en escena brillante, digna de los mejores films de Leone, esta producción Italo-Española presenta muchos alti-bajos en el guión. A caballo entre la aventura y el drama, Django nos muestra las andanzas de un “vaquero” indolente que no tiene muy claro por lo que lucha. Unas dudas nada existenciales, que culminarán en un final bastante vació. En definitiva, un western realista, nada convencional, que aporta un eslabón “underground” a la larga cadena del género.
Nota: 6,8
Para recordar: Sin duda, el comienzo cuando Django arrastra su ataúd por el barro, mientras suena el tema principal de la película (que Tarantino utilizó para su film). Soberbio.
Para olvidar: Los actores
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