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China (2017)

En la China más cotidiana y profunda un joven impetuoso e inconsciente decide robar el dinero que transporta para un mafioso local. Una grave decisión que le va acarrear más de un quebradero de cabeza. Bueno eso es lo que él cree, porque lo que en realidad se esta jugando es su propia vida. Una bolsa con un millón de yuans no pasa desapercibida en el sur de China, donde la gente es muy avariciosa y la clase media es bastante pobre. Primero será un tendero avispado el que le robe el dinero al atolondrado chico; luego la familia de su novia, para la que él robo el dinero. Más tarde el matón más peligroso del capo intentará hacerse con el botín. Pero una y otra vez, el destino, el infortunio y las malas decisiones harán que el sucio dinero pase de mano en mano, dejando un rastro de sangre difícil de limpiar. Pero ¿que importa eso en una China decadente y sin ambiciones? Poco o nada; lo importante es que la novia del protagonista se gaste el millón de yuanes en una operación de cirugía estética en la vecina Corea.

A medio camino entre Tarantino y Santiago Segura, Jian Liu nos trae una cinta de animación que ha causado sensación en festivales de renombre como Berlin, Sitges o el BFI. Lejos de ser una película para niños, esta historia para adultos no deja títere con cabeza en una China casposa y decadente, en la que nada queda del exotismo vendido por las agencias de viajes. Con unos trazos que pueden recordar a los míticos Beavis and Butt Head, el realizador nos propone una atmósfera decadente y hostil que resulta desagradable al principio del film. Sin embargo la bizarra historia nos irá enganchando a medida que el desconcierto del espectador crece esperando el rocambolesco final. La historia se irá 'dinamizando' gracias a la aparición de esperpénticos personajes que reafirmarán la visión materialista y 'paleta' del entorno en el que se desarrolla la acción. Unos personajes que irán navegando por la casualidad y la causalidad, para llegar a un destino sorprendente en el que seremos testigos de un desenlace tan macarra como el contenido de la cinta de Liu.

Nota: 7.2

Para recordar: La declaración de admiración del protagonista al carnicero asesino antes de morir.
Para olvidar: La película adolece de falta de complejidad, prefiriendo 'contentar' al espectador con leves dosis de humor negro.


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Nuestro último verano en Escocia (What We Did on Our Holiday)

Reino Unido (2014)

Producción dirigida por Andy Hamilton y Guy Jenkin, ganadora de Espiga de Oro en el Festival de Valladolid. Doug y Abi son dos padres de 3 niños muy peculiares y encantadores, son Lottie, Mickey y Jess. En plena crisis matrimonial que parece que va a acabar en la separación de Doug y Abi tienen que viajar toda la familia hasta las Highlands escocesas a ver al padre de Doug, el también peculiar abuelo Gordie, un anciano muy simpático y sincero pero que tiene una grave enfermedad y le queda poco tiempo. Los 5 componentes de nuestra familia protagonista parten con el coche desde su casa en Inglaterra hasta Escocia, no sin antes los padres instruir a sus hijos para dar la sensación de ser una familia feliz y sin problemas. Visión que pronto se cargarán los niños con su habitual ingenuidad, sinceridad e incluso ironía. Al abuelo Gordie le da lo mismo como les vaya a sus hijos, prefiere estar con sus nietos y compartir sus últimos momentos en las playas de las Highlands con ellos y jugar a los vikingos, le aburre soberanamente los complicados problemas de las relaciones adultas. En una de esas excursiones de Gordie con Lottie, Mickey y Jess ocurre el fatal desenlace del abuelo que se deja a merced de la reacción de sus nietos. Ellos le hacen el funeral vikingo que siempre quiso pero cuando los adultos los encuentran, se arma un gran follón en torno a la reacción infantil de los niños. Olvidan los adultos que era el deseo de su padre y finalmente son los niños los protagonistas positivos en el cambio de actitud de estos adultos encorsetados en un millón de normas sociales que no les traen más que desgracias y separaciones. Lottie, Mickey y Jess le dan una gran lección a sus padres que volverán a estar más unidos y podrán ser de nuevo una familia.

No es muy habitual en nuestra bitácora este tipo de películas que son comedias familiares con un toque romántico. Al principio del relato, sobre todo en el viaje en coche desde Inglaterra a Escocia nos encontramos un film que parece bastante cómico y gamberro, por momentos recuerda a Pequeña Miss Sunshine, los niños son muy ingeniosos y la están liando todo el rato, una vez que llegan a Escocia la trama se vuelve más calmada, aunque con el abuelo Gordie, magníficamente interpretado por Billy Connolly, aporta bastante a que la película no resulte un fiasco de típica comedia que te saca un par de carcajadas y que olvidas rápidamente. Junto a él, los tres nietos son los absolutos protagonistas de este relato donde tantos los padres como los demás familiares resultan muy planos y sosos, realizan el típicos papeles de cualquier producción de sobremesa televisiva y esos que los padres son dos reconocidos actores que intentan sacar su papel adelante pero flojea el guión para ellos. En definitiva, una comedia bastante recomendable que te hace pasar un buen rato y que además te acuerdas de ella.

Para Recordar: los abuelos casi siempre son personas venerables, tienen la experiencia y deben ser escuchados porque la experiencia aporta mucha sabiduría. Es algo que se está perdiendo mucho y que no deberíamos olvidar nunca.

Para Olvidar: los papeles de los adultos son bastante planos y sosos. Ponen muchos clichés y estereotipos que no te crees sus interpretaciones.



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Mandarinas

Estonia (2013)

Producción estonia dirigida por Zaza Urushadze, mejor película europea en los premios Gaudí. Nos encontramos en el año 1992 en la provincia de Abjasia. Ivo vive en su casa en medio de un campo de mandarinas que recoge su amigo Margus. En Abjasia hay un conflicto bélico tras la desintegración de la Unión Soviética, la provincia se la disputan los georgianos y los mercenarios chechenos que quieren que sea independiente. Ajeno a todo esto, Ivo construye cajas de madera para que Margus vaya depositando las mandarinas que recoge de los árboles, en cuanto estén recolectadas todas las mandarinas, Margus se irá para Estonia, lo que se desconoce es por qué Ivo sigue allí y no marchó ya a Estonia. En una de las escaramuzas militares enfrente de la casa de nuestro protagonista resulta herido un checheno que rápidamente es auxiliado por Ivo, también está herido pero de más gravedad un soldado georgiano, que entre Ivo y Margus también lo auxilian y se lo llevan a casa. Ahora el conflicto se traslada a casa de Ivo, ambos combatientes comparten un mismo techo, pero Ivo es una hombre bondadoso, ecuánime y les ha hecho prometer que allí nadie se matará, aunque estemos en tiempos de guerra, esa casa simbolizará lo importante que es la palabra de honor. Mientras se van recuperando Ahmed (el soldado georgiano) y Nika (el mercenario checheno) la escalada de tensión es obvia, pero siempre muy bien afrontada por Ivo. Ahora los enemigos están cara a cara y se van conociendo, a pesar de las diferencias, cada uno ve el lado humano de su oponente y empiezan a comprender la sin razón que es matar a otra persona y el exterminio que están realizando sus bandos. En un sorprendente final que no desvelaré, veremos la razón por la que Ivo permanece en Abjasia y cómo los enemigos ya no se odian e incluso se ayudan mutuamente.

Excelente film venido de un país que nos es tan extraño como Estonia, además habla de un conflicto poco conocido también que dejó bastantes muertos y desaparecidos. En este contexto tan real nos ofrece Urushadze una historia estremecedora, con un gran guión que hace que la película no decaiga en ningún momento y con un ritmo muy apropiado. Otros aspectos que potencian el relato son la fotografía y la música. Durante el visionado del film puedes encontrar sensaciones como la tristeza, el horror, la esperanza, la tranquilidad y finalmente sentirte un poco más sabio por haber visto lo inteligente y lo vivido por un personaje tan carismático como es Ivo, por cierto muy bien interpretado por Lembit Ulfsak. El símil de las mandarinas también nos sirve para describir esta producción, para comerlas hay que ir desgajándolas, su sabor es intenso, un poco agridulce pero sabroso y están en un árbol que tiene unas fuertes raíces. Lo mismo le pasa a la película, hay que ir degustándola poco a poco, es intensa y algo agridulce y las raíces de Ivo le obligan a estar allí. Un magnífico film que recomiendo a todo el mundo, sin duda, un gran alegato a favor de la paz.

Para Recordar: es el relato más antibelicista y que puede hacer más por la paz que ningún otro que haya visionado. Una historia inolvidable y unos actores magníficos.

Para Olvidar: en la guerra siempre hay caos, muerte y destrucción. Cada personaje arrastra sus propias desgracias y miserias.



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