Reino Unido (2014) Producción dirigida por Andy Hamilton y Guy Jenkin, ganadora de Espiga de Oro en el Festival de Valladolid. Doug y Abi son dos padres de 3 niños muy peculiares y encantadores, son Lottie, Mickey y Jess. En plena crisis matrimonial que parece que va a acabar en la separación de Doug y Abi tienen que viajar toda la familia hasta las Highlands escocesas a ver al padre de Doug, el también peculiar abuelo Gordie, un anciano muy simpático y sincero pero que tiene una grave enfermedad y le queda poco tiempo. Los 5 componentes de nuestra familia protagonista parten con el coche desde su casa en Inglaterra hasta Escocia, no sin antes los padres instruir a sus hijos para dar la sensación de ser una familia feliz y sin problemas. Visión que pronto se cargarán los niños con su habitual ingenuidad, sinceridad e incluso ironía. Al abuelo Gordie le da lo mismo como les vaya a sus hijos, prefiere estar con sus nietos y compartir sus últimos momentos en las playas de las Highlands con ellos y jugar a los vikingos, le aburre soberanamente los complicados problemas de las relaciones adultas. En una de esas excursiones de Gordie con Lottie, Mickey y Jess ocurre el fatal desenlace del abuelo que se deja a merced de la reacción de sus nietos. Ellos le hacen el funeral vikingo que siempre quiso pero cuando los adultos los encuentran, se arma un gran follón en torno a la reacción infantil de los niños. Olvidan los adultos que era el deseo de su padre y finalmente son los niños los protagonistas positivos en el cambio de actitud de estos adultos encorsetados en un millón de normas sociales que no les traen más que desgracias y separaciones. Lottie, Mickey y Jess le dan una gran lección a sus padres que volverán a estar más unidos y podrán ser de nuevo una familia.
No es muy habitual en nuestra bitácora este tipo de películas que son comedias familiares con un toque romántico. Al principio del relato, sobre todo en el viaje en coche desde Inglaterra a Escocia nos encontramos un film que parece bastante cómico y gamberro, por momentos recuerda a Pequeña Miss Sunshine, los niños son muy ingeniosos y la están liando todo el rato, una vez que llegan a Escocia la trama se vuelve más calmada, aunque con el abuelo Gordie, magníficamente interpretado por Billy Connolly, aporta bastante a que la película no resulte un fiasco de típica comedia que te saca un par de carcajadas y que olvidas rápidamente. Junto a él, los tres nietos son los absolutos protagonistas de este relato donde tantos los padres como los demás familiares resultan muy planos y sosos, realizan el típicos papeles de cualquier producción de sobremesa televisiva y esos que los padres son dos reconocidos actores que intentan sacar su papel adelante pero flojea el guión para ellos. En definitiva, una comedia bastante recomendable que te hace pasar un buen rato y que además te acuerdas de ella.
Para Recordar: los abuelos casi siempre son personas venerables, tienen la experiencia y deben ser escuchados porque la experiencia aporta mucha sabiduría. Es algo que se está perdiendo mucho y que no deberíamos olvidar nunca.
Para Olvidar: los papeles de los adultos son bastante planos y sosos. Ponen muchos clichés y estereotipos que no te crees sus interpretaciones.
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