El prestigioso doctor Steven Murphy es una eminencia en el hospital donde trabaja junto a su mujer Anna. Son la pareja perfecta que vive el sueño americano al lado de sus dos hijos. Una gran casa, sueldazos y respeto de toda la sociedad es lo que han conseguido esta modélica pareja. El involucrado médico, tiene una curiosa amistad con Martin, un tímido muchacho poco más de 18 años con el que se ve con cierta frecuencia fuera del trabajo. Al principio no esta nada clara la relación con el joven, pues es evidente que la diferencia de edad (Steven es 30 años mayor que el) y clase social es importante. Se podría pensar que Martin era un hijo bastardo con el que se veía esporádicamente debido a los remordimientos del doctor; o también podría entenderse que el recatado matasanos tenía intenciones sexuales con el imberbe adolescente. Lo que si estaba claro es que por alguna razón sus encuentros no eran del todo públicos y eran muy esporádicos. Esta situación no era del agrado del chico, quien poco a poco empieza a acercarse más y más a la vida privada del Dr. Murphy. En un primer momento transitando por el hospital donde trabaja y en segunda instancia, yendo a la casa de la familia. La sorprendida esposa, Anna, pide explicaciones a su marido, quien finalmente reconoce que es hijo de un ex-paciente. Martin es encantador y rápidamente es integrado en el acogedor seno de esa familia perfecta. Aunque tanta felicidad nunca se puede sustentar en el mundo real y la ilusión se desmorona cuando una extraña enfermedad diezma las fuerzas de los hijos. Son momentos muy duros y obviamente el desconocido es apartado del grupo. Aunque no será tan fácil deshacerse del dulce Martin, sobretodo cuando desvele su más oscuro secreto.
El realizador griego Yorgos Lanthinos, vuelve a perturbarnos con una obra sucia y oscura que golpea en los cimientos de los más violentos instintos humanos. Desde una atmósfera sosegada y tranquila, los protagonistas se irán retorciendo en sus instintos más bajos hasta consumar el terrible plan trazado desde el principio. Con brillantes interpretaciones de Kidman, Farrel y, sobretodo, Barry Keoghan, el rocambolesco guión de Yorgos fue un triunfo para la crítica en 2017, brillando en festivales como Cannes y Sitges. Sin embargo, desde mi punto de vista, esta nueva 'provocación' del director griego no es un paso al frente tras su anterior pieza, la 'redonda' Langosta. Si bien, comparado con la cinta que le sirvió de tarjeta de presentación en el mundo del cine, Canino, la obra que comentamos ha ganado en agilidad narrativa, mis perspectivas eran otras tras leer críticas en diferentes medios. Cierto es que de nuevo nos sorprende y que la puesta en escena es notable; pero el desarrollo argumental nos deja con la sensación agridulce de vivir una paranoia surrealista y violenta, cuando de lo que estábamos siendo testigos es de una intensa historia de suspense y drama. Cuando (casi) todo se aclara, el desenlace decepciona al ser lineal y, en cierto modo, absurdo. De todas formas, para el espectador que siga buscando la sorpresa en el cine, le recomiendo esta intensa historia de Yorgos.
Nota: 7.6
Para recordar: Farrel y 'su ruleta de la suerte'.
Para olvidar: Que no queda claro la mano de Martin en los acontecimientos.
Para mas info, haz click aqui.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario