Gondry ante la ausencia de su guionista Charlie Kauffman construye un relato de imaginación y sueños donde Gael García Bernal hace lo que puede para levantar una historia inconexa, infantil y muy de estética de video clip que es lo que en realidad Gondry es un maestro. La representación de Gael como la de Charlotte Gainsbourg es correcta y mantienen durante toda la película una relación creíble y en hasta momentos bonita pero llega el genio de Gondry y empieza a meter animaciones, artilugios imposibles (menuda chorrada la máquina del tiempo que se retrasa un segundo o el papel celofán presente en varios pasajes) y sueños donde todo es muy rápido e impactante viendo lo bueno que es el director en maquetar cosas pero que no aportan nada. Para mí un intento fallido donde una gran idea apoyada en un buen guión podría haber dado una gran obra cinematográfica que se ha quedado en una película donde adolescentes se quedan embelesadas viendo lo guapo que es Gael y suspirando en la utopía del amor que nada tiene que ver con la realidad.
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