Desquiciante film de ese gran director que es mi admirado Roman Polanski. En una de sus creaciones más europeas, Polanski nos propone una historia mezcla de surrealismo y drama en un film de cine denso. Con planos muy cortos, pocas palabras y una trama en principio, simple, el realizador construye una atmosfera agobiante que puede perturbar al espectador menos experimentado. Muy alejado de sus creaciones más, digamos, comerciales, Roman se deja llevar por la paranoia, para reflejar los dramas cotidianos de la gente normal. Gente normal personificada en nada más y nada menos que en la bellísima (y muy jóven) Catherine Deneuve haciendo un papeplón en el que pierde su innato cliché de pijismo extremo para hacernos creer que puede ser una peluquera medio loca en el Londres sesentero. Otro gran acierto del director que logra mostrarnos una capital del imperio cotidiana, aburrida, gris y proletaria. Con suma sutileza se nos colocan las claves de los problemas de Carol a lo largo de la narración: la religión, el amor fraternal, el miedo a los hombres... todo preparado para la solucionar el misterio justo en el fotograma final. 100% cine de autor para esta joya menos conocida del más que consagrado y polémico Roman Polanski.
Nota: 8
Para Recordar: Caty Deneuve. Sublime. Siempre me pregunté porque estaba consagrada como mito de la belleza, pues la consideraba una mujer guapa pero en rollo carca. Aquí esta preciosa y pudiendo compararse con la mismisima Brigitte Bardot.
Para Olvidar: La mala pinta del conejo asado tras varios días dando vueltas por Londres.
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