Las aventuras del principe Achmed

Germany (1926)

En el lejano oriente un malévolo hechicero viaja a la corte del Califa con un caballo volador. El regente queda maravillado ante semejante maravilla y no duda ofrecer cualquier cosa que el brujo quiera. Sin dudar un segundo, el hombre pide la mano de la bella princesa. Esto desquicia a su hermano Achmed que en un intento de evitar el trueque, cabalga con el mágico caballo hasta las estrellas, desapareciendo del reino de su padre. Cuando consigue volver al plano terrenal, el príncipe, visitará pintorescos lugares donde tras muchas aventuras, encontrara el amor de manos de la bella Peri Banu, un hada que vive en el país de los demonios. Sin dudarlo un segundo Achmed se fuga con Peri Banu hacia su hogar en una odisea que le saldrá muy cara: el brujo y los demonios lo perseguirán y no tendrá más remedio que recurrir a la ayuda de la bruja de África y de un joven sirviente llamado Aladino. Juntos lucharán contra el mal en busca de un equilibrio que permita el reinado de la felicidad en el remoto califato de Achmed.

Hoy en piniculas traemos una pequeña joya, considerada como la primer cortometraje de animación (que se conserva). De nuevo el humilde cine amater de Deptford Bridge, ha encontrado una obra digna de estar en lo más alto del blog. En 1926 la directora alemana Lotte Reiniger influenciada por sus colegas Fritz Lang y Paul Wegener, se embarcó en un proyecto cinematográfico que a la postre resultará mítico. Las aventuras del principe Achmed se dio por perdida durante mucho tiempo; afortunadamente, el instituto de cine británico ha conseguido restaurar la única copia que se conservaba, añadiendo a su vez el guión original sin censura. El resultado es una delicada obra de arte que, de una manera vanguardista, anima sombras para generar movimiento. El efecto logrado sigue siendo a día de hoy digno de elogio, más aún si pensamos que este film fue creado hace casi un siglo con pocos recursos y durante 3 años de trabajo. En definitiva un 'incunable' de obligada visualización, que todo padre debería proyectar a sus hijos si quiere que valoren el séptimo arte.

 

Nota: 8

Para recordar: La exquisita técnica creativa
Para olvidar: Obviamente, es una película para niños con un simple guión. Pero a quien le importa...


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