España (2014) Producción documental dirigida por Chus Gutiérrez con guión de Curro Albaycín y de ella misma. El barrio del Sacromonte está ubicado en la ciudad de Granada, durante 200 años ha sido habitado por los gitanos, atraídos por las cuevas que allí se encontraban. Los fieles peregrinaban hasta la abadía del Sacromonte y esa era la fuente de ingresos de los gitanos, allí les cantaban y bailaban. En los años 50 y 60 el barrio llegó a su apogeo, en él vivieron cerca de 6000 habitantes, donde todos sabían cantar y bailar distintos palos del flamenco. Allí se establecieron diferentes zambras, que eran tablaos dentro de las cuevas donde se entretenían a los extranjeros que llegaban hasta el lugar o diferentes personalidades famosas, el mismísimo Franco les llamaba cuando tenía la visita de algún político o artista. La vida en el barrio era dura por que además de cantar y bailar, los gitanos se tenían que ganar la vida de otras formas no tan artísticas, con el metal en la fragua, haciendo canastos o labores de agricultura. La jornada comenzaba sobre las 6 de la mañana y terminaba a altas horas de la madrugada, pero eso daba igual. El declive del barrio comenzó con las inundaciones en las cuevas provocadas por las continuas lluvias en el año 63, muchos de los habitantes del barrio tuvieron que ser realojados en otros barrios, principalmente en La Chana y ya nada fue igual. Algunos volvieron pero muchas de las zambras ya cerraron y comenzó la diáspora, a pesar de los esfuerzos con la visita del dictador y recibido con pancartas 'A mal tiempo, buen Caudillo'.
Curro nos va enseñando el barrio y nos cuenta las diferentes agrupaciones y familias que conformaban el barrio, entre zambra y zambra vamos a una de las cuevas que aún se conservan intactas y allí cantan y bailan algunos de los protagonistas y vecinos más venerados del Sacromonte. Entre ellos están Pepe Habichuela, Manolete, Mariquilla, La Coneja, Niño de Osuna, Raimundo Heredia Heredia, La Porrona, La Mona, Jaime el Parrón, La Salvaora o El Niño de las Almendras. A través de su arte y sus testimonios nos hacemos una idea de lo que fue el Sacromonte en los años 60 y escuchamos soleás, fandangos, seguiriyas o tangos. Algo que es de nuestro país y tan desconocido para nosotros que son los distintos palos del flamenco, solo asociamos este folclore a bailar sevillanas en la Feria de Abril. En Portugal, por ejemplo, el fado está mucho más arraigado y apreciado. La película está bien realizada, de una manera sencilla y bien explicada, con buenas anécdotas y a destacar el trabajo de Curro Albaycín como cicerone del barrio, un hombre muy amable que se nota que ama el Sacromonte. Algunos de los vecinos de este barrio han tratado con Frank Sinatra o han bailado para la ópera de Estocolmo. La pena es que esta tradición se pierda para siempre si no se transmite a las siguientes generaciones, la vida ha cambiado y ahora el Sacromonte es muy diferente, las cuevas se alquilan a los turistas y la gentrificación llega a esta Granada y a estos barrios tan bonitos como son el Sacromonte y el Albaycín.
Para Recordar: la cantidad de artistas flamencos que han salido de este barrio tan peculiar de Granada, en el Sacromonte era donde vivía la gente humilde en las cuevas fabricadas de la misma cantera, muy parecido a las que hay en Anatolia (Turquía).
Para Olvidar: los tiempos del barrio ya pasaron, ahora es un lugar turístico y poco a poco se irá perdiendo ese folclore y esa tradición popular, mucha gente del barrio ahora es inversor que nada tiene que ver con este lugar y llegará un momento donde habrá especulación.
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