España (2014) Producción documental dirigida por Hernán Zin, ganadora en los premios Forqué a mejor documental. Entre Julio y Agosto de 2014 el ejército israelí lanza la ofensiva "Margen Defensivo", bombardeando a la población palestina en Gaza y Cisjordania. Hernán, se desplaza hasta la zona para seguir la vida de diez niños en los territorios de Gaza, estos niños son una pequeña muestra de los 507 que fallecieron y los más de 3000 heridos en este ataque hebreo. Niños, casi todos, con familias donde hay algún muerto por los ataques, sus casas han sido destruidas y no tienen colegio donde ir. El que no tiene que hacer una visita al desvencijado hospital de Gaza por heridas de los ataques, tiene que ponerse a trabajar. Como uno de ellos que tiene un burro donde transporta chatarra y gana 2 euros al día. Se ha tenido que convertir en el cabeza de familia, su padre ya no está y ahora siendo un niño, tiene que llevar el dinero a su madre, su sueño es hacerse pescador para estar junto al mar. Historias desgarradoras con unas imágenes de la destrucción producidas por la guerra, poblaciones enteras derruidas por los misiles y los obuses. Los niños luchan por llevar una poca normalidad a sus vidas, juegan en la calle, hablan con otros niños en el hospital y son cariñosos y familiares con los adultos y sus hermanos.
Mi interés por este documental, además del tema que se trata, es por la dirección de Hernán Zin, una joven promesa del periodismo que empezó de la mano de Jon Sistiaga, se nota la mano de su maestro y sigue la estela de grandes periodistas españoles que se lanzan a la aventura y se la juegan por informar de las injusticias, el propio Sistiaga, Ramón Lobo o Pérez Reverte. En España se habla muy mal del periodismo y hay gente muy válida, otra cosa, es que los diarios sean dirigidos por títeres al servicio del poder y corporaciones bancarias. Por eso, me parece poco menos que un milagro que este documental haya salido a la luz. Si hubiese tenido una cierta repercusión mediática, habría sido declarado de antisemita, imparcial y alguna bobada más, lanzando esas proclamas desde medios afines al judaísmo. Lo que muestra es todo cierto, esas ciudades han sido destruidas, las heridas de los niños no son inventadas y aunque haya al otro lado una versión de los hechos, no quita un ápice de razón a las imágenes que se nos muestran. En ningún momento se está analizando el conflicto que tienen Palestina e Israel, la destrucción habla por sí sola y la mirada de esos niños dice mucho más que cualquier tertulia a favor o en contra de la guerra árabe-israelí. Un documental necesario, triste y recomendable, el cine también sirve para enterarnos de la realidad de diferentes partes del mundo.
Para Recordar: en todo conflicto bélico quien sale perdiendo es la población, sobre todo los más débiles, en este caso son los niños que ni siquiera saben lo que es vivir en paz. Este es un perfecto caldo de cultivo para futuros ataques terroristas contra los judíos.
Para Olvidar: absolutamente nada, se le puede reprochar al director que solo mira hacia un lado en este conflicto y que en el otro lado también se sufre, pero eso en mi opinión, no quita ni un ápice de la injusticia que se está cometiendo en Gaza.
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