A principios del siglo XXI, en un hipotético futuro, los autómatas llamados 'Replicantes' fabricados por la empresa Tyrell Corporation, son declarados ilegales por protagonizar violentos enfrentamientos con otros autómatas, en los que también se vieron involucrados humanos. En 2049, de las cenizas de Tyrell (que dio en bancarrota años antes), se crea una multinacional llamada Wallace Company que se encarga de fabricar una versión mejorada de los Replicantes de Tyrell. La principal innovación radica en su absoluta obediencia al ser humano. Una de las principales misiones que les son encomendadas están relacionadas con la 'retirada' de los antiguos 'Nexus' creados por Tyrell. Un departamento especial de la policía cuenta con un cuerpo de detectives conocido como 'Blade Runner'. Su principal misión, matar antiguos replicantes. El agente K que se identifica con su número de serie, es uno de los encargados de retirar 'Nexus'. Siempre fiel y leal al inspector, brilla por encima del resto. Sin embargo, al terminar una de sus misiones, se percata de un detalle que no aparece en sus archivos. Encuentra unos huesos humanos enterrados en una granja; al parecer se trata de una vieja replicante que podría estar ¡embarazada! Esto es algo inaudito y decide investigar a pesar de que sus superiores se lo desaconsejan. Es aquí cuando su obediencia empieza de debilitarse y su lado más humano brota con rebeldía. En su mente hay recuerdos que, aunque sabe que se los grabaron en Wallace, parecen demasiado reales. Poco a poco empieza a dudar si en realidad es un ser humano. Esto le lleva a visitar a un antiguo agente de los Blade Runner, declarado proscrito años atrás: Rick Deckard. El encuentro será muy revelador y el secreto mejor guardado por el sistema golpeará a Deckard y K con una fuerza demoledora.
Secuela imposible de una obra maestra, que no ha dejado indiferente a nadie. Al ambicioso realizador canadiense Denis Villeneuve, no le tembló el pulso al hacerse cargo de la secuela de la obra de R. Scott, el cual no se interesó por el curioso proyecto. Esperando un fiasco semejante al de Star Wars, un servidor se mostró bastante escéptico con este largometraje. Aunque me daba cierta esperanza el director, que se ha hecho un nombre tanto a nivel crítica (Incendies) como a nivel público (Arrival, Sicario), y el guionista, Hampton Fancher, quien fue el encargado de adaptar la obra de Philip K. Dick. Curiosamente, el malogrado escritor, autorizó a su amigo K.W. Jeter ha escribir 3 secuelas de la obra. Aprovechando el tirón cinematográfico, Jeter las renombró como Blade Runner 2,3 y 4 (El límite de lo humano, La noche del replicante y el Ojo y el talón). Sin embargo, Villeneuve no se basó en ninguna de estas historias que continúan la saga y decidió crear una trama nueva a caballo entre lo narrado en los libros y la película anterior. De esta manera nos ofrece un suculento manjar en forma de una continuación a la altura del nivel de la película de 1982. Adoleciendo de demasiada 'pleitesía' al film de Scott con guiños innecesarios a protagonistas del pasado (por ejemplo Rachel), Blade Runner 2049 nos mostrará una evolución natural del universo alternativo ideado por Ridley, siguiendo la maestría y la atmósfera que tanto encanto le da la historia. Contando de nuevo con un brillante Ford, mucho mas a tono que en el patético 'cameo' de Han Solo, y con un más que correcto Ryan Gosling ('flanqueado' por la exuberante Ana de Armas), el resultado a nivel interpretativo es una sucesión de trepidantes escenas, guiadas por un nada innovador guión. Siguiendo con clichés y estereotipos del mundo de las secuelas (esto es, descendencia del antiguos protagonistas) y a la sombra de la primera parte, solo lograremos sorprendernos en cierta medida en el desenlace final (incluyendo típica pelea entre héroe vs. malvado de turno). Y cuando no se guía por tópicos, Hampton tira del recurso del guiño; como culminación las 'lagrimas' que esta vez no son bajo la lluvia, sino bajo la nieve. Bromas a parte, si obviamos la ligereza narrativa (cosa que no caracterizaba a la pieza del 82), el resultado es bastante redondo y desde luego, con un nivel muy por encima a todo lo que se produce en el cine comercial actual.
Nota: 8.1
Para recordar: Deckar y K. Peleando con Elvis de fondo.
Para olvidar: Las continuas referencias al film de 1982.
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