España (2022) Amaia y Javi deciden dar unos de los pasos más complicados de una vida: deciden ser padres. Algo que en el siglo XXI es una aventura descabellada. Sin ayuda, trabajando el padre y la madre, una avalancha salvaje de tareas aplastan a los progenitores. Cansancio, falta de sueño y cero tiempo libre, hacen que la pareja se erosione en tiempo récord. Amaia decide irse a casa de sus padres para que le ayuden en la crianza. Mientras Javi seguirá trabajando alejado de su familia. Aunque con la ayuda de los abuelos todo es mucho más fluido, volver a revivir el estrés hogareño es algo muy duro para Amaia. Más cuando empieza a descubrir secretos de la vida privada de sus padres y las enfermedades del primer mundo empiezan a hacer mella en los ancianos. En poco años, la inocente adolescente repleta de vida e imaginación, recibe una bofetada de realidad y debe endurecer cuidando a su hija y a su madre…
Dramón del nuevo cine español, muy nominado para los premios Goya 2023. Sin mucha complejidad en el guión, la realizadora bambolea entre las “miserias” y dificultades de la crianza con los dramas típicos de la tercera edad. Sin embargo, el mayor mérito de la historia es eso, narrar algo cotidiano que mucha gente tiene ignorado. Para los que hemos vivido historias semejantes de cerca, tampoco aporta nada nuevo y vemos demasiados giros, cuando podría haberse hecho una película más centrada en las dificultades de tener hijos en la actualidad. Un película correcta, que gustará a los que disfruten con dramas cotidianos, ciertamente centrados en la figura maternal.
Nota: 6.8
Para recordar: La vida privada de los abuelos. Un toque original a un drama cotidiano.
Para olvidar: El poco peso del guión, historia simple con un mensaje trivial.
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