Sommaren med Monika (Un verano con Monica)

Producción sueca dirigida en el año 52 por el maestro Ingmar Bergman, obra donde el sueco aplica el neorrealismo italiano en su obra. Monika es una alegre muchacha de 19 años que trabaja vendiendo verdura en el mercado, en una cafetería conoce a Harry, un joven empleado en un taller que también mal vive de su empleo. Ambos van al cine y se enamoran. Las ansias de libertad de Monika hace que Harry le invite a pasar la noche en la barca que su padre tiene tras marcharse Monika de su casa. Al día siguiente Harry es despedido de su empleo y ambos deciden irse con la barca a terrenos no habitados y disfrutar de su amor, tienen todo un verano por delante juntos y sin las ataduras de la ciudad, pronto el verano se convertirá en un infierno, la comida empieza a escasear y no les queda otra que robar para subsistir, todo se agrava cuando Monika se da cuenta de que está embarazada.

Todo obra de Bergman tiene un toque mágico y en esta también aparece a pesar de ser su película más alejada de su estilo, al comienzo de la película Bergman filma los patios de vecinos, los niños jugando, cosas nada usuales en él. Filma con una luz tenue de la grisácea ciudad, luego pasa al campo donde Monika está esplendorosa y hace un homenaje al cuerpo femenino, son escenas luminosas, llenas de vida para finalmente volver a la ciudad y volver a la oscuridad. Un film muy intrigante, con una estupenda fotografía y que nos enseña la versión de dos tipos de personas que nos encontraremos por donde vayamos, las personas idealistas que son frías y egoístas y las personas realistas, que son perdedoras y sacrificadas. Una metáfora del maestro que hace ver como los hombres podemos perder la cabeza detrás de las mujeres.



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