San Francisco, años 60. Una pareja es brutalmente atacada por un violento asesino. La chica muere; el hombre se salva milagrosamente. Meses despues un crimen similar es perpetrado en un bosque cercano. El modo de actuación es similar en ambos casos. Una carta anónima es enviada a los periodicos; un hombre que se hace llamar Zodiac adjunta un jeroglífico donde comenta cual será su próximo golpe. Cunde el pánico en la sociedad Yankie, mientras el morbo despertado por la noticia crece exponencialmente. Una nueva muerte, es atribuida a Zodiac. Otras cartas encriptadas y más publicidad para el supuesto asesino. Si bien los crimenes no forman parte de un profesional, la casualidad se alia para que el rastro sea demasiado débil como para dar con el culpable; añadiendo más dificultad, el hombre que sobrevivió al primer asalto, desaparece temeroso de las represalias que el asesino pueda tomar contra él. La leyenda de Zodiac es alimentada por la muchedumbre; se le 'corona' como el paradigma del asesino en serie. Mucho otros le imitan y separar las acciones del verdadero asesino se convierte en algo imposible. Pasan los años y se deja de hablar del tema; Zodiac sigue en la calle, pero ya no es portada de ningún medio. Sin embargo hay un periodista que necesita saber la verdad; quiere que la justicia cumpla su cometido. Tras una laboriosa investigación, llega a una conclusión con el peso necesario para encerrar a un sospechoso. De nuevo la fortuna y el sistema judicial americano, son el úncio impedimento. Solo quedará esperar a que algún cabo quede suelto y se pueda atrapar a este singular criminal.
De nuevo el genial David Fincher se atreve con el género del thriller policiaco. Tras la magistral Seven, este reciente film se esperaba con especial interés. Y no decepcionó. Por lo menos para la crítica que lo acogió, en general, con comentarios positivos. Esta vez el impacto visual y los iconos que mostraba Seven, dan paso a las imagenes cotidianas de esta historia basada en hechos reales. Más que centrarse en Zodiac como "rey de los asesinos en serie", se le muestra como parte de la histeria colectiva que se desata en EEUU ante atrocidades como las cometidas en San Francisco. El asesino no es nadie especial; es una persona enferma que gracias a los medios de comunicación, logra una popularidad de dimensiones desproporcionadas. Más cerca de la australiana Chopper o la "OliverStoniana", Asesinos Natos, esta historia se aleja de del superrealismo enfermizo de 'El club de la lucha' para contarnos un drama real que desgraciadamente es muy común en el país del dolar. En definitiva, buena apuesta del director que deja reflexivo al espectador, a la vez que decepcionado por ver que el mundo no funciona bien.
Nota: 8
Para mas info, haz click aki
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario