El dulce porvenir (The Sweet Hereafter)

Producción canadiense dirigida en el año 1997 por Atom Egoyan, nominada al Óscar en las categorías de mejor director y guión adaptado (novela de Russell Banks) el año 98. En un pequeño pueblo de Canadá sucede una terrible tragedia, un autobús escolar se despeña por un camino y fallecen varios de los alumnos, la gente del pueblo queda convulsionada y muy afectada, en escena entra el abogado de las víctimas y remueve todo el pasado de unas personas que en vez de olvidar la emprenden con otro tipo de problemas personales y llegan a una sin razón que les angustiará. Mientras tanto el abogado también tiene otra historia paralela con una hija politoxicómana a la que no puede hacer frente la ayuda que necesita.

Estremecedor relato de Egoyan acerca del porvenir de las personas, como de un suceso de un día cualquiera puede cambiar nuestras vidas para siempre, el director escribe un guión magistral donde vemos varias personalidades enfrentadas de muy distinto signo que es lo que más me atrajo de la película, desde los vecinos políticamente correctos a la pareja hippy viviendo en un paraje lejano, la ayudante del colegio que en un esfuerzo de salud mental quiere olvidar la tragedia, la conductora del autobús de la tragedia que se ha quedado profundamente entristecida y depresiva tras el accidente o el conductor que iba detrás del autobús porque así todos los días iba viendo a sus hijos yendo a la escuela desde la ventanilla de atrás del bus. Una dura historia que está muy bien tratada y que en vez de entristecerte te hace reflexionar sobre el sin sentido que muchas veces vivimos y que no controlamos.



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