En esta producción de 2 horas de duración Corbijn hace un ejercicio bastante coherente a lo hora de reflejar la biografia de una estrella de la música donde ni este tipo era un santo ni tampoco era un hijo de puta. Incluso con la actuación de Sam Riley cuyo parecido físico con Ian es realmente sorprendente le da un tono de veracidad. Ian era una persona profundamente depresiva que ya reflexiona en el film que con su primer disco 'Unknown Pleasures' había conseguido su cima y que algo ya le estaba devorando. La elección que tenía que hacer Curtis entre su esposa Deborah y Annik lo tenía transtornado, si le sumamos a esto la epilepsia mezclada con alcohol y un trabajo desolador en la oficina de empleo tenemos el perfil de una persona que no podría tardar mucho en suicidarse. Control es el homenaje de Corbijn a este genial escritor y músico de una de las bandas más míticas inglesas, le da un tratamiento a veces como si fuera un videoclip (normal tratándose de un prestigioso director de videoclips) y la banda sonora corre a cargo de New Order, el grupo que fundaron sus compañeros tras el fatal suicidio a quién está dedicado este post. Descanse en paz Ian Curtis y Tony Wilson, fallecido recientemente este año 2007.
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