Francia (2011) Producción dirigida por Xavier Durringer que realiza un biopic sobre el político francés de origen húngaro Nicolas Sarkozy. Sarko fue el ministro del Interior en el gobierno conservador de Jacques Chirac, los planes de este primer ministro era que su sucesor fuera el ministro de Asuntos Exteriores, Dominic de Villepin, pero Sarkozy se mete en medio y origina una guerra para la sucesión de Jacques Chirac, donde el propio Chirac está en su contra porque su delfín es Villepin. Poco a poco Sarkozy va calando en la opinión pública debido a su populismo y demagogia en contra de los inmigrantes, apoyando a la policía por reprimir los disturbios en los extrarradios de París y hablando con los agentes sociales. Toda esa ambición desmedida por el enano, que es así como le llama Villepin, muestra a un hombre ganador en el terreno político pero derrotado en el terreno personal, ya que su mujer, Cecilia, lo abandona en plena campaña electoral para ser elegido primer ministro. Sarkozy no sabe que hacer con Cecilia y ella hace las maletas y lo deja por el millonario Richard Attias. Cecilia y Nicolas llegan al pacto de guardar las apariencias hasta que sea elegido Sarkozy que en las encuestas le dan por ganador ante la socialista Segolene Royal, pero incluso en el día de la votación, Sarkozy no encuentra a su mujer.
Que se haga una película de un personaje con tan poco carisma como es Nicolas Sarkozy refleja los malos tiempos que estamos pasando en el terreno de la política y también porque no decirlo en el cine. No es un personaje nada interesante, de hecho la historia se apoya mucho en lo que hace su mujer y muestra un Sarkozy con una pizca de humanidad, aunque en el fondo es un sátrapa ávido de poder que no le importa pisar a quien tenga por delante y que los ciudadanos no le importan, sólo quiere ganar y no dudará en ser ese político demagogo y populista que simplemente dice lo que la gente quiere escuchar. Tampoco se quedan cortos Villepin y Chirac, que en un principio infravaloran a Sarko y luego acaban hundidos por él, sobre todo Villepin que tiene una imagen pública impoluta y luego es igual de sibilino que Sarkozy, sorprendente también la mujer Chirac, Bernadette, que parece la más inteligente de todos en el Elíseo. Lo que destaca en la película es la interpretación del personaje principal a cargo de Denis Podalydès que realmente te crees que es Sarkozy, tenía el personaje perfectamente estudiado porque incluso sus gestos te recuerdan al máximo mandatario francés que fue el presidente de la República francesa de 2007 a 2012. Solamente por ver esta magnífica interpretación merece la pena pasar una hora y media viendo los entresijos de la política francesa en estos últimos años. Solo faltó Carla Bruni.
Para Recordar: Un tipo ambicioso puede lograr ser el primer ministro de Francia, pero eso también tiene un precio que fue perder a su mujer, muy logrado el papel de Denis Podalydès que realmente parece el propio Sarkozy.
Para Olvidar: Que tipos como estos gobiernen uno de los países más poderosos a nivel mundial hace que te des cuenta de donde se origina la crisis que tenemos actualmente, no hay valores y los ciudadanos le importan una mierda, simplemente quieren satisfacer su ego.
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