Estamos en Inglaterra en los albores de la segunda guerra mundial. La batalla era cruenta y el ejercito aliado veía complicada la victoria. La lucha se llevaba a cabo en diversos frentes: en el campo de batalla y también en los despachos. Los menos preparados para combatir, podían ayudar a su país con su cerebro. Este era el caso del afamado matemático y precursor de la informática moderna Alan Turing. Pese a su juventud su clarividencia era impresionante. No solo se era capaz de resolver problemas mediante el álgebra clásica, sino que también diseñaba y fabricaba complejos mecanismos para solventar ecuaciones. Un tipo así era ideal para intentar descifrar una de las mejores maquinas criptográficas jamás inventadas: la máquina Enigma. Mediante este dispositivo, el ejercito nazi enviaba mensajes cifrados sobre sus próximas operaciones. El procedimiento era de lo más sofisticado. El dispositivo, parecido a una máquina de escribir, era capaz de ser configurado de tal manera que aún teniendo el cifrador, no era posible desencriptar el mensaje. Cada día, esta configuración era modificada centralmente, por lo que la ventana de descifrado era muy limitada. Un equipo de expertos matemáticos intentaba sin éxito encontrar la manera de 'reventar' el código. Mientras, el excéntrico Alan se creaba enemigos entre sus compañeros y entre sus superiores, que consideran inútil sus esfuerzos en un artefacto que no ha dado ningún fruto. Mientras Turing lucha con su más personal secreto y con la lógica de Enigma, la bombilla se le ilumina y un estúpido error de los Nazis desencadenará uno de los mayores descubrimientos de la tecnología moderna. Aunque ser un genio en tiempos de guerra es muy duro, y más cuando se es 'diferente' y Turing no esta preparado para descifrar los secretos de la sociedad de su época, una sociedad que pudo con el hombre pero no con la leyenda.
Película revelación de 2014 donde el camaleónico Benedict Cumberbatch, se consagró como actor dramático. Personalmente me mostraba escéptico con esta película, porque, a pesar de la buena aceptación por parte de la crítica, pensaba que iba a ser otra film bélico de héroes locales. Como amante de la informática y seguidor de la criptografía, me decidí a ver esta pieza dedicada a uno de los precursores de la computación, A. Turing. Esperando un rato simplemente entretenido con dosis de acción, me encuentro con un pedazo de película, muy seria y compleja donde nos presentan a un Turing desconocido que se ve engullido por la sociedad inglesa de mediados de siglo. Los británicos, tan defensores de la libertad, eran capaces de aplastar minorías que se saliesen de los establecido. Con este trasfondo dramático, el guión fluctúa entre el film bélico, la denuncia social y por supuesto la biografía de un genio, que, para los que hemos estudiado sus teorías, nos cambiará completamente la percepción que teníamos sobre este atípico matemático. El largo metraje de la pieza, nos ofrece una especie de extenso epílogo que hace desembocar el argumento en un puro biopic dramático que puede llegar a contrariar a los que fueran buscando otro tipo de historia, pero que, desde mi punto de vista, le pone la guinda a esta película tan justamente aclamada por crítica y público.
Nota:8.6
Para recordar: Lo que no se debe hacer con las personas diferentes. La sociedad acabo con un genio que revolucionó el mundo en tan solo 41 años ¿que nos podría haber aportado en otros 40 años más?
Para olvidar: El pasaje del matemático que tiene a su hermano en el barco. Muy forzado buscando el drama extremo.
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