United Kingdom (2017)
Cuando la excéntrica Mildred alquilá 3 viejas vallas publicitarias en la carretera comarcal que lleva a su pueblo, todo el mundo pensaba que había perdido el juicio. Lo que nadie esperaba es que usase la publicidad para denunciar la situación del departamento de policía local. Mediante mensajes directos, Mildred vuelve a sacar a flote el caso de su hija violada y asesinada en aquella carretera. Contacta con la TV para que toda la comunidad retome el debate en la calle. Sin embargo esto no gusta al departamento de policía que se siente directamente atacado y ni siquiera se plantea que la desdichada madre pudiera tener razón. Y la verdad es que Mildred nunca contó con las simpatías de su vecinos. Su carácter agresivo y su soberbia hacen que casi nadie apoye la iniciativa de la mujer. El más perjudicado de todo este embrollo es el jefe Willoughby al que la madre señala directamente como culpable de negligencia. Su nombre esta en uno de los carteles de publicidad, aunque parece ser que es el menos inepto entre la recua de inútiles que tiene en la comisaria. La palma se la lleva el agente Nixon, un palurdo que se cree un superpolicia y que solo sabe leer comics y agredir a los más débiles. Por activa y por pasiva, todo el mundo tratará de convencer a la protagonista para que quite sus panfletos, aunque legalmente no pueden hacer nada porque ninguna ley es infringida. Conforme pasan los días nos iremos enterando de el porqué de esta actitud. Nuevos personajes entrarán en escena y desde nuestras butacas seremos testigos de como la tranquila vida del pueblecito de Missouri se ve completamente alterada a raíz de los inocentes anuncios en una carretera olvidada.
Tenemos hoy en piniculas una de las triunfadoras de los Oscars 2018. Dicha edición se caracterizó por el reparto de premios y por enfocarse en películas menos 'típicas'. Este es el caso de la original pieza que comentamos hoy aquí. El principio es demoledor, con una situación misteriosa, un crimen brutal en la trastienda y un grupo de personajes de lo más variopintos capitaneados por los oscarizados McDormand y Rockwell. Conforme avanza la trama, los profundos diálogos, la rebedía de la protagonista y la denuncia al sistema mostrando la negligencia y brutalidad policial, engancharán al espectador más inteligente y activista. Conversaciones esculpidas lentamente, una acción tensa que esta a punto de romperse y nuevas piezas goteando continuamente, hacen presagiar que el puzzle revelará un final brillante. Sin embargo, los personajes acaban siendo poco a poco victimas de su propia excentricidad y el afán del director de eliminar cualquier tipo de maniqueísmo, desatarán un desenlace rocambolesco que nos deja en cierta manera vacíos por no saber a quien 'disparar'. No obstante es una manera original de concluir, pero debo reconocer que no es la que estaba esperando mientras me mordía las uñas 20 minutos antes del gélido final.
Nota: 8.2
Para recordar: La conversación con el cura. Un golpe brutal de realidad y sinceridad.
Para olvidar: Las 2 caras de Nixon.
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