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jueves, abril 25, 2019

Los últimos hombres en Aleppo

Dinamarca (2017)

Producción documental dirigida por Steen Johannessen y Firas Fayyad, ganadora del mejor documental en el Festival de Sundance y nominado al Óscar en la misma categoría. Durante cinco años ha sido sitiada la población siria de Aleppo, esta ciudad representa uno de los bastiones de la resistencia contra el dictador Bashar Al-Asad y ahora está sufriendo las consecuencias de esta oposición. Los bombardeos son constantes por parte de los jets rusos, ya que Putin es un gran defensor del dictador sirio. Entre los edificios derruidos, los cascos blancos, buscan a las personas que pueden estar dentro de los escombros por si pueden salvar alguna vida. Esta organización son voluntarios civiles, principalmente del mismo Aleppo que no han huido hacia el Mediterráneo para llegar a Europa. Dos de estos cascos blancos son Khaled y Mahmoud, que acuden raudos y sin ninguna protección a las zonas bombardeadas por los rusos para socorrer a las víctimas que aún puedan estar vivas, en el documental se ve el rescate de algún niño entre los escombros, ellos al ser más pequeños, es más complicado que sean aplastados por las vigas de los edificios destrozados. Khaled y Mahmoud viven con su familia en Aleppo y cuando no hay ataque, juegan en el parque con sus hijos, mientras observan como sobrevuelan los cazas sobres sus cabezas, el próximo ataque no tardará en producirse. Ellos no quieren abandonar su ciudad, además las noticias que llegan desde fuera no son muy alentadoras para huir, en el Mediterráneo están muriendo compatriotas sirios ahogados y los que llegan a Europa, están en campos de refugiados abandonados a su suerte tanto en Grecia como en Turquía.

Este documental está rodeado de bastante polémica ya que nuestro conocimiento sobre la situación en Siria es prácticamente nulo, se ha acusado a los directores que es una película sufragada por la OTAN, ya que, los ciudadanos de Aleppo están siendo sometidos por el ejército del malvado Putin, también se ha dicho que es propaganda del ISIS, para mostrar el sufrimiento de los musulmanes debido a los occidentales representados por Al-Asad y el ejército ruso. Incluso se acusa que los cascos blancos no son una organización de voluntarios, que son terroristas yihadistas camuflados que celebran cuando cae un caza ruso con banderas del Estado Islámico, cierto que no hay presencia de mujeres en el film. Al margen de todas las polémicas, lo que se visiona en el documental es muy duro y real, los edificios están destruidos por los misiles y en cada ataque hay un montón de víctimas civiles. La labor de estos cascos blancos, salvando alguna vida, sin duda, es digna de elogio. Las imágenes son de gran crudeza y desde luego se la juegan cada vez que van a un rescate, pueden bombardear la zona de nuevo o que algún artefacto no haya todavía explotado. De hecho Khaled es resultado herido y posteriormente falleció. El documental me parece imprescindible, te quedas encogido y triste. La nueva Europa de la extrema derecha debería hacérselo
mirar viendo producciones como esta. Aunque su argumento será el de que son terroristas infiltrados.

Para Recordar: las imágenes devastadoras de la ciudad de Aleppo, edificios derrumbados con personas entre los escombros, se te parte el corazón porque esto es real y esas personas mueren por ataques con misiles.

Para Olvidar: la absurda propaganda fuera de la película, que si es una película financiada por la OTAN para atacar a Putin y Bashar, que si es financiada por el ISIS para mostrar el horror que sufren sus hermanos musulmanes, que si los cascos blancos son terroristas yihadistas infiltrados. Muy triste.




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lunes, abril 15, 2019

Clash

Egipto (2016)

Producción dirigida por Mohamed Diab, mejor ópera prima en el Festival de El Cairo. En 2011 se produce en Egipto la denominada Primavera Árabe, una revolución que comenzó con las protestas del pueblo contra el presidente Hosni Mubarak. La gente harta del dictador, se lanzó a las principales plazas de El Cairo para tratar de derrocar a Mubarak, estas protestas enlazaban con otras como las de Túnez, Madrid, Londres o Nueva York. Ahora nos encontramos en 2013 y en El Cairo todo ha cambiado. El elegido presidente Mohamed Morsi del grupo de los Hermanos Musulmanes ha sido derrocado por el ejército egipcio mediante un golpe de estado, ya que, el país no puede caer en manos del estado islámico. En las principales plazas de El Cairo se ha sofocado la revolución y ahora la policía y el ejército controlan las plazas y detienen a los ciudadanos de una manera bastante arbitraria. En uno de los furgones policiales comienza las detenciones, los primeros son un periodista y un fotógrafo extranjeros que están tomando información acerca de la brutalidad policial, su supuesta inmunidad al ser extranjeros es pisoteada al instante. Seguidamente son detenidas familias que creen que pertenecen a los Hermanos Musulmanes, jóvenes agitadores en contra del ejército pero no son islamistas y algunos miembros y simpatizantes del depuesto presidente Morsi. En apenas 8m2 y en unas horas, tenemos un retrato bastante completo de la sociedad egipcia y su convivencia. La facción islamista pide que se les respete y les dejen su sitio, hay que cumplir las tradiciones del estado islámico. Los jóvenes laicos ni les importa quien gobierne el país, uno de ellos dentro del furgón, está más preocupado en ligar que en salir de allí. La familia detenida no tienen un signo político, solo que no quieren un estado islámico, simplemente quieren vivir en paz y ahora los han detenido por pensar que encima son islamistas. Como se puede suponer, el lío en el furgón es bastante gordo y en varias ocasiones, interviene la policía. Pero sin duda el lío más grande está fuera del furgón, incluso es tal el caos, que la policía abandona la custodia del furgón. Los detenidos al principio, quieren escapar. Después observan que su vida depende que estén unidos dentro del furgón.

Sin duda es una película muy original y claustrofóbica. Diab construye dentro de un vehículo toda una sociedad que no se va a entender pero que va a tener que convivir en esa atmósfera tan cargada y calurosa. Cuenta el director que tanto el periodista como el fotógrafo extranjeros, se ha basado en dos personajes reales que estuvieron en la cárcel. El resto de los personajes egipcios encarna cada una de las facciones que hay en el país, con bastante protagonismo de las dos mujeres que mete en el furgón, la primera una madre que se desvive por su familia y la otra una chica islamista con el burka que nada tiene que ver con la madre. A destacar lo bien rodadas que están las escenas de acción y la ambientación del film, realmente es un poco agobiante su visionado y te mantiene en tensión por lo que están viviendo los protagonistas. El final deja muchos temas para la reflexión, sobre todo el de si tiene solución y futuro un país que ha derrocado a un dictador pero que puso en el poder a un partido islamista y que el ejército se encargó de quitarlo mediante un golpe de estado. ¿Llegará algún día que en Egipto haya una democracia real? Una película bastante interesante y recomendable para descubrir la situación política y social de un país tan interesante y estratégico como es Egipto para la paz en Oriente Medio.

Para Recordar: la construcción en un furgón policial de toda una sociedad de un país tan grande como Egipto, donde su pueblo primero dispara y luego pregunta. El director muestra perfectamente las contradicciones de un pueblo sin futuro actualmente.

Para Olvidar: es difícil en un furgón que se muestre algo de reflexión, los personajes a veces están demasiado estereotipados.




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lunes, abril 08, 2019

Un miercoles

India (2008)


Un misterioso hombre de apariencia común deja una bolsa de explosivos en el cuarto de baño de una populosa comisaria de Mumbai. Tras este acto, el curioso individuo desaparece y se monta un pequeño despacho en un edificio abandonado del norte de la ciudad. Desde allí contacta con el comisario Prakash para proponerle un sucio trato: si no quiere que detone esa bomba y otras 4 más, debe liberar a 5 peligrosos terroristas que cumplen su condena en cárceles indias. Estos individuos son culpables de asesinar a decenas de personas en diferentes ataques. Prakash acepta el chantaje pero pone a todo el cuerpo de policía a buscar a este malhechor. Pero no es tarea fácil, pues este profesional usa diferentes redes móviles y sabe perfectamente como burlar la vigilancia de los cuerpos de la ley. El juego del criminal se convierte en una carrera contrarreloj en el que esta claro que toda la ventaja esta en el lado del mal. Sin embargo, nada es lo que parece cuando el odio es el juez de la contienda y, lo que empieza como un acto de justicia criminal, se convierte en otro tipo de justicia, no menos criminal pero mucho más popular.

Tenía ganas de ver este thriller muy popular en la India aunque ciertamente desconocido en occidente. Y me ha sorprendido gratamente, aunque no solamente por motivos cinematográficos. Realmente la película en sí es bastante limitada con los típicos actores guaperas que aportan muy poco a la historia. Además el guión es muy simple, tanto como el corto comentario de arriba. Lo que si que esta lograda es la atmósfera y la tensión en una trama en la que se va intuyendo el final mucho antes del desenlace. Aunque lo que más me ha gustado es la perspectiva moral de la sociedad india y como comprobar que el terrible acto con el que culmina la película sea entendido como algo ‘bueno’ . Si bien es cierto que esta pieza puede ser considerada como cine comercial en su país, lo que entiendo es que ha sido muy bien aceptada por los millones de habitantes que residen en la India. Y eso es lo interesante, comprobar que estan de acuerdo con la moraleja, que se añora ese tipo de justicia y que se no ve como otro crimen más. Otras reflexiones secundarias que me deja el largo son el materialismo a la hora de elegir protagonistas (indios con rasgos occidentales) y la mezcla entre casposidad y desarrollo que se respira en Mumbai. Brisa fresca para desintoxicarse del cine yanki-europeo.


Nota: 7.2

Para recordar: El inspector con su cómodo traje indio que parece un pijamilla.
Para olvidar: Las peleas tipo Bud Spencer. Un toque cómico que es del todo innecesario en esta película dramática.


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