Viskningar och rop (Gritos y susurros)

Producción sueca del año 1972 dirigida por Ingmar Bergman, ganadora del Óscar a mejor fotografía y nominada a mejor película y director el año del 'Padrino' y 'Cabaret'. Karin, Maria y Agnes son tres hermanas que están en la vieja mansión familiar a causa de la terrible enfermedad de Agnes que se encuentra en fase terminal, Karin y Maria la cuidan junto a la fiel sirvienta de la casa (Ana). Entre flashes del pasado se va descubriendo la personalidad de cada una de estas cuatro mujeres, Karin es una mujer rígida y agobiada por sus propias reglas, odia a su marido y cuanto le rodea que le llevará a realizar una barbaridad, Maria es algo más díscola y dispuesta pero tampoco la relación con su marido es buena y ello le lleva a la infidelidad y a la insolidaridad hacia Agnes. La criada Ana vive bajo el martirio de la muerte de su bebé y cuida a Agnes como si fuera su hija y enfoca sus cuidados maternales hacia ella. Por último la protagonista sufre crisis por la falta de cariño tanto de sus hermanas como de su madre en la infancia donde su mejor recuerdo es de mayor cuando las tres hermanas juntas se balancean en un columpio infantil.

Aún siendo una obra menor de Bergman la película en algunos momentos te atrapa porque siendo sinceros la trama del film como su ritmo son bastante peñazos pero todo lo que toca este genial director sueco hace que te deje algo interesante en que pensar. La ambientación está muy lograda con las paredes del viejo caserón familiar teñidas de rojo y en contraste los grandes y pomposos vestidos que llevan las hermanas, cuando Agnes está aún viva son blancos y cuando fallece son negros. Merecidísimo ese premio a la mejor fotografía, la composiciones musicales también son de una altísima calidad con piezas clásicas de Chopin y Bach que crean un desasosiego al espectador. Es la película más femenina que he visto de Bergman y la escena de la mutilación genital te pone los pelos de punta, escena que luego fue repetida en la película de Michael Haneke de 'La pianista'. No es como los grandes títulos de Bergman como 'El Séptimo Sello', 'Un verano con Mónica' o 'Persona' pero aún si Bergman me produce tal inquietud que junto a Buñuel son los dos grandes directores del siglo XX.



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