Producción israelí animada del año 2008 dirigida por Ari Folman. Candidata al Óscar por Israel como mejor película de habla no inglesa y ganadora del Globo de Oro a mejor película también de habla no inglesa. Al periodista Ari (alter ego del director de la cinta) le cuenta un amigo suyo en un bar que todas las noches tiene la misma pesadilla recurrente donde le persiguen 26 perros, siempre el mismo número de caninos y es a consecuencia que durante los años 80 vivió esa experiencia en las escaramuzas del ejército israelí en las matanzas de Sabra y Chatila (Líbano). Ari se sorprende porque él no recuerda apenas nada sobre ese periodo de su vida y empieza a indagar con su amigo del sueño y otros tantos el por que no recuerda nada, con el ejercicio de memoria en su mente empiezan a aparecer recuerdos e imágenes surrealistas sobre esa matanza, necesita saber la verdad y no olvidar la barbaridad cometida en el Líbano tanto de las víctimas como de los verdugos.
Un sorpresón de película por parte de un país tan poco dado a la cinematografía como es Israel, además al ser animada la sorpresa es mucho mayor porque el realismo de la producción aunque sean dibujos es impresionante, a veces parece que son actores reales y los elementos secundarios de los decorados están muy trabajados, por ejemplo a lo mejor estás viendo un árbol y te crees que es de verdad y no es un dibujo. Por su parte el guión es excelente y siempre me han interesado mucho las historias que atacan a la memoria y a los recuerdos para construir lo que en realidad uno es y eligiendo la guerra pues el impacto es mucho más brutal que cualquier historia costumbrista. Como pequeño defecto le achacaría a la película que quizás esté un poco falta de ritmo pero vale la pena tener un poquito de paciencia mientras se ve porque luego es una historia que difícilmente a uno se le puede olvidar precisamente por el impacto que antes he comentado. Un gran trabajo por parte del documentalista Ari Folman que con este relato deja atrás sus documentales y se atreve con la animación. El título hace referencia a cuando un soldado del Ejército de Israel se pone a disparar en círculos sobre los carteles de Bashir, primer ministro del Líbano asesinado en el año 1982.
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