To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor)

Producción americana del año 1962 dirigida por Robert Mulligan a partir de la novela de Harper Lee, ganadora del premio Pulitzer. La película consiguió 3 Óscars, al mejor actor principal (Gregory Peck), guión adaptado (Horton Foote) y dirección artística. Atticus Finch es un honorable abogado en una población sureña de EEUU, vive junto a sus dos hijos y su criada Calpurnia, sobre Atticus recae la responsabilidad de educar a sus dos hijos ya que su madre murió hace unos años, cuando eran muy pequeños. En la población ha surgido un caso que ningún abogado quiere, una mujer blanca ha acusado a un hombre negro de haberla violado. A pesar de que en el caso se demuestra claramente que el hombre negro es inocente con la buena defensa que Atticus hace sobre su cliente, el jurado (compuesto únicamente por gente blanca) lo condena a cadena perpetua. Atticus pierde muchas amistades en el pueblo pero se gana el respeto y la admiración de sus hijos para siempre.

Nos encontramos ante uno de los mayores clásicos del cine en blanco y negro americano, relato de imprescindible visión sobre todo para la gente más joven. Atticus encarna todos los valores que un hombre bueno puede tener, es valeroso, no se arredra ante nada pero tiene una infinita bondad y aún cree en el sistema. Su respeto hacia los demás hace que sea un hombre admirable aunque como todo en la vida se gane ciertas enemistades y enemigos por su gran sentido de la justicia. De hecho en la parte final del film Atticus cree más en la justicia de los hombres que en la justicia estatal, porque siempre ha habido excepciones. La interpretación por parte de Gregory Peck es magistral, en el papel más contenido y brillante de su filmografía. A destacar el tono narrativo de la película (supongo que muy fiel a la novela) donde la visión de la hija pequeña de Atticus sobre su padre es realmente emocionante, en definitiva, una película que uno tiene que ver en su vida al menos una vez.

Para Recordar: La entrañable interpretación de Gregory Peck (siempre será para mi un referente de comportamiento el señor Finch).
Para Olvidar: El repelente amigo que tienen los hijos de Atticus, que interpretación de empollón más ñoña.


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