Berlín, finales de la Segunda Guerra Mundial. La cúpula del ejercito alemán (Wehrmacht, antiguo Reichswehr) tiene serias discrepancias con los métodos del dictador, Adolf Hitler. Hitler, siguiendo con su táctica de terror, tiene intimidados a la mayoría de generales, que si bien no comulgan con sus acciones, tampoco se atreven a dar un golpe de estado. Sobre todo por que el máximo mandatario germano, esta muy bien arropado por su “guardia pretoriana”, las SS. Este grupo militar, unido a la fuerza de la policía política (Gestapo) y al fanatismo de la gran mayoría del pueblo alemán, convierten en una empresa complicada desbancar del poder al líder del partido Nazi. Matarlo sería una solución temporal; pero lo que Alemania necesita es un cambio de régimen. Esto lo sabe muy bien el coronel von Stauffenberg; militar, carismático y sobre todo, devoto alemán. Stauffenberg, se une a un grupo de poderosos disidentes con una idea clara: asesinar a Hitler e instaurar a un nuevo líder militar. Para ello se valdrán de una táctica del propio Führer: el plan Valkiria. Valkiria, esta compuesto por una serie de acciones mediante las cuales un poderoso ejercito reservista ubicado en Berlín, actuaría para repeler un posible golpe de estado. Pero en este caso, los propios golpistas se aprovecharán de esta milicia, matando a Hitler y achacando dicho crimen a las SS. De esta manera, descabezaran por completo las dos figuras fuertes del gobierno Nazionalsocialista. Todo ha sido concebido desde dentro, desde la fuente de poder. Von Stauffenberg, se reúne a menudo con el propio Adolf; estando cerca de él no tendrá problemas en acabar con su vida. Una potente bomba estalla en el despacho del dictador. Valkiria se pone en marcha y el fin del gobierno Nazi esta cerca. Sin embargo una astuta treta de los generales de Hitler o un error en el atentado de Stauffenberg (sobre este tema hay muchos aspectos oscuros), hunden la acción militar contestataria. Adolf Hitler (milagrosamente) sigue vivo y desde su bunker personal ordena parar Valkiria y capturar a todos los golpistas.
Película histórica dirigida por Bryan Singer y protagonizada por el siempre entregado Tom Cruise. En ella se narra un interesante episodio real que ocurrió en el seno de la Alemania Hitleriana. Uno de los 15 atentados que sufrió Hitler contado con todo lujo de detalles. El atentado que mas se acercó a su muerte; el atentado que más dudas ha provocado. Y es que se dice que en efecto el regente germano, sucumbió en aquel acto y fue un doble el que ocupó su lugar para evitar el triunfo golpista. Este hecho queda patente en el film, cuando en ningún momento se vuelve a ver al Führer con vida tras el citado atentado. Detalles de este tipo, convierten este largometraje en un minucioso estudio del plan de Stauffenberg. Una brillante labor de documentación y una impecable realización, le dan la categoría de “clásico bélico”. Hay que destacar la visión un tanto parcial y romántica, que se le da al ejército alemán; a los que no conocen con detalle la historia de la Segunda Guerra Mundial, les sorprenderá que hubiera tal grado de disconformidad con la forma de actuar del Tercer Reich. Como única pega, el exceso de protagonismo que se le tiene que dar a Tom Cruise, con pasajes heroicos demasiado forzados.
Nota: 8
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1 comentario:
Como documento histórico, no aporta nada, y como cine de acción, es rutinario. La pretendida y continua tensión tampoco existe desde el momento en que sabes que Hitler no la palmó (...) El resultado no me provoca ni calor ni frío, lo consumo y lo olvido." (Carlos Boyero: Diario El País)
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