Anna es una chica difícil, caprichosa y embaucadora, pero a la vez, dulce y seductora. Nuestro protagonista, preso de la pasión se casó con ella para más tarde pedirle el divorcio. Y esta es la verdadera razón de su retorno: volver al lado de Anna; en el fondo de su corazón la ama, pero en su cabeza esta la idea de que no es una persona con la que compartir su vida. Este dilema interno, caprichoso al igual que el carácter de la mujer, llevará a Thompson hacia una encrucijada en la que tendrá que decidir entre obedecer a su cerebro o a su corazón. La difícil decisión, tendrá consecuencias desastrosas que sacarán a la luz los aspectos más oscuros del "bueno" de Steve Thompson.
De nuevo comentando una muestra de cine negro de categoría y de nuevo con el visionario Robert Siodmak a los mandos de la nave. En "El abrazo de la muerte" (incatalogable traducción del original "Criss Cross"), veremos una obra madura digna de los mejores autores de los años 90. Una historia clásica enmascarando una trama de parejas, que esta vigente 61 años después. Y es que la manera en que Siodmak retrata las indecisiones de hombres y mujeres en temas amorosos es más que fiel. Anna (Yvonne de Carlo, famosa por la serie "The Munsters"), es una joven atrevida y moderna que ama con locura a Steve (un Burt Lancaster más "gañanuzo" que nunca). Las inseguridades del hombre, provocarán la ruptura y que Anna entre en una espiral de autodestrucción en la que participaran hombres de dudosa reputación. Una lucha por ver quien es el más herido en lugar de centrarse en darse cariño. Dos enamorados malditos que terminan de la única forma que pueden terminar. Y es el atrevido final que nos propone Siodmak, la culminación perfecta a esta historia, que, repito, es un reflejo real de lo que ocurre en muchísimas relaciones de pareja de hoy en día.
Nota: 8
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