Dos magos de principio de siglo, Robert y Alfred, se ganan la vida en la dura Inglaterra Victoriana: Compañeros y amigos, disfrutan haciendo lo que mas les gusta. Entre actuación y actuación, van pensando como dar una vuelta de tuerca más a sus números más especiales. Todo orientado a llegar al cenit de todo prestidigitador: el prestigio. Una sorpresa final, que impresiona al público y genera los aplausos más ruidosos. En una de las consumaciones de este hecho, Alfred en su labor de infiltrado en la sala, comete un error a la hora de atar las manos a la esposa de Robert. Esta muere inevitablemente ahogada y el odio de su marido recae sobre el otro mago. Enemigos para siempre, los artistas empiezan una carrera paralela. Una carrera que gana Alfred gracias a un truco nunca visto. Con sucios ardiles, el contrincante consigue el nombre de un científico que le puede ayudar a imitar semejante truco. Nada más y nada menos que el más importante inventor de todos los tiempos: Nicola Tesla. Con un aparato de otro siglo, Robert compite con Alfred en gloria y fama hasta que una coincidencia fatal, acaba con uno de ellos en el patíbulo ¿podrá la magia superar a la mismísima muerte?
El truco final o El prestigio, como queramos llamarla, es una obra de cine fantástico que el siempre sorprendente Christopher Nolan, dirigió y escribió junto a su hermano Jonathan en 2007. Con una impecable actuación de sus protagonistas, la historia repleta de detalles, va creando una trama de suspense que culmina en un final digno del título. Debo reconocer que me mostraba escéptico en cuanto a las buenas críticas de público que obtuvo en su momento; y también debo quitarme el sombrero ante la gran calidad que finalmente he comprobado que tiene. No en vano ocupa el puesto 74 en imdb. Un film altamente recomendable, por su gran aportación al género fantástico. Una nueva joya del bueno de Nolan.
Nota: 9
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