Brasil (2003) Producción documental dirigida por José Padilha y Felipe Lacerda, el primero es el director de la exitosa película Tropa de Élite que firmaría después de este documental. Este relato ha sido premiado en numerosos festivales a mejor documental como en La Habana, Munich, Miami o Sao Paulo. El 12 de Junio del año 2000, Sandro do Nascimiento secuestra el autobús de la línea 174 en Río de Janeiro. Sin un plan establecido sobre lo que iba a hacer, simplemente quiere el dinero de los viajeros y de la caja pero enseguida se presenta la policía hasta el lugar, más que dinero, se sospecha que su intención en el secuestro es denunciar su caso, un chico que está viviendo en la favela, huérfano desde los 6 años porque su madre fue asesinada y a su padre ni llegó a conocerlo. Sandro está muy cansado y tiene ciertos síntomas visibles de que va drogado. La policía intenta acordonar la zona pero su falta de procedimiento hace que el secuestro se convierta en un show para la gente que pasa por el lugar y para la televisión. La prensa y las televisiones llegan también muy rápidos y la población brasileña puede seguir por TV lo que va a acontecer con el secuestro. Sandro aprovecha la ocasión para denunciar la matanza ocurrida en la favela de La Candelaria el 23 de 1993, donde un escuadrón de la policías asesinó a 7 niños y a un joven, algunos de ellos eran amigos de Sandro. Durante 4 horas, Sandro mantendrá de rehenes a los viajeros del bus aunque irá dejando que los más débiles como mujeres de más edad y a un estudiante, vayan dejando el vehículo. El procedimiento policial es un desastre porque nadie negocia con el joven secuestrador, la policía no deja al ejército que se encargue del asunto, ellos son una unidad especializada en estas situaciones pero la presencia de las cámaras de televisión hace que desde los altos mandos del gobierno no les dejen intervenir. Finalmente Sandro agotado y bastante desquiciado, decide salir del bus con una mujer rehén. Tal es el despropósito policial que uno de ellos se acerca a Sandro con la escopeta en mano y el secuestrador dispara, la mujer fallece y luego Sandro es acribillado, el secuestro acaba en tragedia.
Los directores José Padilha y Felipe Lacerda arman un documental con imágenes reales del secuestro y los testimonios de varias partes implicadas en esta historia, la tía de Sandro cuenta como el joven era un niño normal hasta el asesinato de su madre, los viajeros del bus que indican claramente que Sandro no tenía intención de hacerles daño, amigos de Sandro en la favela que siguen denunciando la penosa situación que viven y uno de los guardianes de la prisión donde nuestro protagonista estuvo un tiempo preso, una cárcel donde las condiciones eran infrahumanas. Con un buen trabajo de documentación, vemos y comprendemos la historia de Sandro y que lo hizo simplemente por pedir ayuda porque no aguantaba más. El documental comienza con una vista aérea de los distintos barrios de Río de Janeiro donde conviven las clases más adineradas de la ciudad junto a las favelas donde muchos niños están abandonados a su suerte, la desigualdad es brutal y la violencia y drogas es algo familiar en estos ambientes. Eso lo mezclamos con la corrupción policial y la poca preparación de estos cuerpos de seguridad del Estado y es un cóctel explosivo para que se den situaciones como este esperpéntico secuestro que costó la vida a una persona inocente y al joven secuestrador. A nivel técnico el documental está muy bien contado, su punto débil son las imágenes que son de ínfima calidad pero no hace falta ver un secuestro en alta definición para entender la intención de los directores, además tiene un buen ritmo que nunca decae la acción y los testimonios son muy interesantes. Por estos motivos, yo recomiendo su visión y he dejado más abajo en la entrada la película completa con subtítulos en español por si a alguien le interesa.
Para Recordar: Las terribles historias de niños en Brasil que son huérfanos en las favelas y que nadie se encarga de ellos, es un foco de drogas, violencia y supervivencia que producen historias como la que cuenta este terrorífico documental.
Para Olvidar: La corrupción y la inoperatividad de las fuerzas armadas brasileñas, en concreto, de la policía de Río de Janeiro que perdió un rehén no porque el secuestrador fuese violento y capaz de hacerlo, si no por su mala gestión durante el secuestro. El espectáculo bochornoso de la prensa y sobre todo la TV para dar cobertura del evento.
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Película completa con subtítulos en español
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