Cuando dejes de quererme

(2018)

Laura es una tímida científica que vive en Buenos Aires junto a Fredo su padre. Aunque Fredo en realidad no es su padre biológico. El progenitor de Laura desapareció en Euskadi hacia 30 años. Todo apuntaba a un abandono familiar, pero la situación cambia cuando Laura recibe una llamada de su tío diciendo que han encontrado los restos de su verdadero padre. Desgraciadamente el hombre murió en su tierra natal, Durango, asesinado de un disparo en la cabeza. A pesar de que para la policía el caso está prescrito y aparentemente podría tener que ver con ETA, Laura y Fredo deciden viajar a España para entender lo que ha pasado. Para su sorpresa, nadie parece querer remover el pasado. El único aliado que encontrara es Egoskue, un agente de seguros argentino que se mudo a Euskadi de pequeño. Justo el caso opuesto de Laura. Inmediatamente surge la llama del amor entre ellos y el porteño se vuelca en ayudar a la muchacha a investigar el extraño caso. Una investigación que resultará traumática e incomoda para la gente del pueblo. Aunque la mayor impactada será la protagonista, quien verá como su vida se derrumba al descubrir que ni su padre ni su familia eran como ella los imaginaba.

Brillante thriller hispano-argentino que hará las delicias de los seguidores del cine de suspense. Si bien es cierto que el tono melodramático puede descolocar al espectador más intrépido, no se puede quitar mérito a la intención original del director. Con un ritmo dinámico, que nunca aburre a la audiencia, la misteriosa vida del padre de Laura se va complicando conforme avanza la trama. Una trama en la que van creciendo las incógnitas y que consigue recuperarse de los momentos de flaqueza en los que flirtea con el drama romántico. El punto álgido se alcanza con la aparición de un segundo cadáver para el disfrute de los que gustan de historias oscuras. Lamentablemente, esta cúspide no es sobrepasada y, aunque parece que el guión se aproxima a un callejón sin salida intentando crear un final sorprendente y rebuscado, afortunadamente el desenlace tiene peso y es creíble, aunque pueda no parecerse a lo que el seguidor 'morboso' este deseando ver. En cuanto a los actores, la interpretación de Eduardo Blanco guía de manera ejemplar a los jóvenes protagonistas, que, aunque guapetes, les queda mucho por mejorar en el mundo de la actuación. En resumen, un buen film, con una curiosa mezcla de suspense, drama y amor que os atrapará durante los 100 minutos que dura la cinta.

Nota: 7.9

Para recordar: La forma de narrar la vida secreta del padre de Laura.

Para olvidar: Demasiado drama humano en una pieza que podría haber sido más 'sucia'.


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