Alemania (2018) Producción dirigida por Sven Taddicken. Malte y Liv son dos treintañeros alemanes profesores de secundaria que se van de vacaciones a Mallorca, allí se bañan, comen y hacen el amor en las calas de la bonita isla balear. Tienen alquilada una casa tipo payesa como alojamiento. Una noche al volver de playa, ya en la casa, son asaltados por tres chavales, también alemanes. La situación se pone tensa por culpa del cabecilla del grupo, Sacha, porque al principio todo consistía en un pequeño hurto e insultar a la pareja protagonista. Sacha, va más allá, los dos amigos retienen a Malte y se dispone a violar a Liv. La humillación se completa. Malte y Liv no denuncian lo acaecido ni en España ni en Alemania, vuelven a Berlín y se hace un fundido a negro. El tiempo ha pasado, un par de años desde lo que ocurrió en Mallorca. Liv va a psicólogo para superar su violación y Malte practica boxeo para soltar su ira, poco a poco la pareja va superando el traumático hecho y son felices. Hasta que un día, Malte se encuentra por casualidad en un kebap de Berlín con Sacha, los fantasmas del pasado reviven de nuevo, al principio Malte no quiere contarle a Liv que ha visto a su violador y quiere olvidar, pero el sentimiento de venganza será más fuerte que el perdón. Malte poco a poco va completando su venganza hacia Sacha, incluso metiendo por medio a la novia de Sacha (Jenny) y aunque también la postura inicial de Liv es la del perdón y olvidar, luego también se ve arrastrada por la venganza, esto hará que se deteriore mucho la relación de nuestra pareja protagonista que a lo mejor no pueden superar lo que les pasó esa noche en Mallorca.
Dentro del festival de cine alemán celebrado en Madrid, proyectaron esta interesante producción donde se cuenta una historia bastante dura pero verosímil. El trabajo de Maximilian Brückner y Luise Heyer como Malte y Liv es fantástico, ya que, parecen una pareja real que ha pasado por una situación límite. El director y también guionista Sven Taddicken, escribe y rueda una historia donde lo único que no encaja es que no denuncien el robo y la posterior violación, quitando ese detalle, lo demás podría suceder en la vida real. El relato tiene fuerza, hay giros inesperados y cobra especial importancia la música en la película, como Jenny (la novia de Sacha) interpreta el tema 'Karma Police' de Radiohead en el karaoke donde trabaja como camarera, va a tardar poco en enterarse de la atrocidad que hizo su novio o el allegretto de la Séptima Sinfonía de Beethoven, como fondo al encadenado de escenas que transcurren con Malte en el metro, toda una lección de cómo usar una composición melódica y clásica en contraposición a sus imágenes. Por último también es protagonista la ciudad de Berlín, un ambiente frío y grisáceo impregna este relato, donde desde luego no vas al cine a pasar un buen rato, pero es buen cine y yo sin duda recomiendo este film alemán, cine de muchos kilates y no como ese que ponen en las sobremesas de los fines de semana en la televisión pública española.
Para Recordar: la complicidad de la pareja protagonista, ante una situación tan adversa como intentan superarla para salvar su relación. La interpretación de 'Karma Police' de la novia de Sacha.
Para Olvidar: que haya canis en todos lados y sean tan cerdos como los de la manada. Asco de gente.
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