Mouchette

Producción francesa del año 1967 dirigida por Robert Bresson a partir de la novela Georges Bernanos y premiada como mejor película en el festival de Venecia del mismo año. Nuestra protagonista 'Mouchette' es apenas una niña adolescente de unos 13-14 años que tiene una vida poco más que miserable, un padre que constantemente la humilla y le pega, una madre enferma que no se puede hacer cargo del bebé que ha tenido y un hermano que no tiene relación apenas con él, únicamente se emborracha junto al padre. Mouchette se hace cargo de la casa, del bebé y va a la escuela, allí es una niña resentida que no tiene amigas y que durante los recreos se dedica a esconderse y tirarles barro y piedras a los demás. Una tarde llueve mucho y se refugia en el bosque perdiéndose, esa fatídica tarde el guardabosques y un vecino del pueblo tienen una discusión de faldas con fatales consecuencias para Mouchette.

Relato existencialista del francés Bresson donde hay una gran carga dramática para desmitificar la dulzura de la infancia y el encanto de las zonas rurales de la campiña francesa. Mouchette encarna todas las desgracias que le pueden pasar a un ser humano, en la película solamente hay dos momentos de felicidad de la muchacha, cuando puede montar en la feria del pueblo a los coches de choque donde enseguida su padre se acerca a abofetearla y el gran momento dramático del film donde el vecino se convierte en el amante de la muchacha durante la tarde de lluvia, al principio se resiste pero luego acaba por abrazarlo presa de que al menos en el acto hay algún momento de cariño. La película deja muchos aspectos abiertos a la libre interpretación ya que ante nosotros pasan imágenes donde no hay explicación por parte de los personajes y no hay voz en off. Estoy seguro que en algún momento David Lynch tuvo que visionar este film antes de que se hiciera director y que fue un aliciente para dedicarse a esto llamado cine. Una recomendación para el intelecto y estados de ánimo tristes.

Para Recordar: Los momentos puntuales de gran carga dramática que te dejan impresionado, además de que después del visionado te quedas reflexionando. Buena banda sonora también, muy acertada para la ambientación.

Para Olvidar: Lo peñazo que es el cine francés con el ritmo de las películas, porque tiene que durar una película 87 minutos cuando se puede contar la historia en apenas 30.



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