Francia (2009)
Producción dirigida por Philippe Lioret, premio en el Festival de Berlín Label Europa Cinemas - Sección Panorama y mejor guión en el Festival de Gijón. Bilal es un joven iraquí del Kurdistán que huye de su país con la intención de llegar a Londres en busca de su novia Mina que se exilió allí con su familia, su viaje va a ser duro y en la frontera de Francia en el Canal de La Mancha detienen al camión donde iba escondido y es detenido, contra él no se tramita una orden de expulsión al provenir de un país en guerra. Su destino está cerca, cruzando desde Caen por el Canal de La Mancha son 32 km pero de momento es una distancia insalvable porque la única manera de hacerlo es cruzarlo a nado. Para ello va a una piscina donde conoce a Simon, su instructor que le enseñará a nadar y conseguir cruzar el canal, entre ellos surge una amistad y Simon se solidariza mucho con la causa de este joven iraquí, pero él también tiene sus propios problemas, está en trámites de separación y quiere recuperar a su mujer, para ello ve en el chico una oportunidad ayudándolo porque su mujer es voluntaria en una ONG de inmigrantes.
Drama social acerca de la inmigración ilegal que llega a Europa, un interesante relato donde lo más sorprendente es que las leyes francesas prohíben y cometes un delito al dar cobijo en tu propia casa a inmigrantes sin papeles. Somos el primer mundo donde vamos de cultos, el viejo museo europeo de forum de las culturas pero luego no les dejan ni pasar a un supermercado a estas personas porque dicen que molestan a los clientes. Me gustaría destacar el papel que interpreta Firat Ayverdi como Bilal, lo hace con una fuerza y unas ganas de querer llegar a Londres para ver a Mina y ser jugador de fútbol que es realmente creíble, un soplo de aire fresco. Al contrario que los papeles de Simon y Marion (la mujer de Simon) que juegan a los sentimientos con sus problemas como pareja que no ha funcionado pero todo muy de buen rollismo. Un relato recomendable para amantes del cine social, entretiene y enseña a la vez, muy en la onda de Ken Loach pero a la francesa.
Para Recordar: Las condiciones tan duras que tiene un inmigrante ilegal en la vieja Europa y las reglas que impone la troika que criminaliza hasta la ayuda social a estas personas.
Para Olvidar: Demasiado idealismo en el relato, casi nadie ahora mismo alojaría en su propia casa a un inmigrante ilegal por altruismo.
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