Suiza (2012) Producción dirigida por Ursula Meier, ganadora del Oso de Plata en el Festival de Berlín. Simon es un niño de 12 años que vive con su hermana Louise en un pueblucho de mala muerte a las faldas de una montaña. Louise es su hermana mayor pero no hace caso del chaval, se enrolla con tíos y a veces desaparece de casa, dejando solo a Simon. Nuestro protagonista para ganarse la vida, ya que Louise no le cuida, se dedica a subir a la estación de esquí del pueblo y allí robar materiales y comida a los turistas, así tiene algo para comer y con los esquíes, gorros, gafas y guantes robados, se los puede vender a los chicos de la escuela o a gente del pueblo. Mientras tanto Louise aparece con uno de sus múltiples relaciones esporádicas, con este último parece que va un poco más en serio y se hace un poco amigo de Simon, lo que no entiende es por que Simon vive con su hermana y no con sus padres. La relación entre Louise y su nuevo novio quedará rota cuando Simon confiese el gran secreto de su relación de parentesco con Louise. A partir de ahí las cosas se pondrán más difíciles para nuestro maduro niño, su hermana prácticamente lo deja tirado y tiene que mendigar su cariño incluso manteniéndola económicamente, en la estación de esquí es descubierto como le roba a un turista y le dan una paliza, la soledad de Simon es infinita y solo una mujer con sus dos hijos pequeños, es la única que consuela algo a nuestro pequeño protagonista.
Una pequeña producción interesante venida de un país que es tan ajeno al cine como es Suiza, creo que es la primera película que comentamos de esta nacionalidad. La directora, muy al estilo de los belgas hermanos Dardenne en sus películas de tragedias cotidianas y con una paisaje que recuerda un poco a 'Fargo' construye una película que relata un drama pero a la vez es algo muy simple y básico. Pienso que Kaurismaki con su ácido humor, le hubiese sacado mucho más jugo a esta historia. Uno de los aciertos del film son sus dos protagonistas, bastante bien interpretados por el niño Kacey Mottet Klein, el cual lleva todo el peso de la narración y de Léa Seydoux, la protagonista de la archiconocida La vida de Adele, aunque está mucho mejor que en esta producción, aun así cumple perfectamente su papel de lolita femme fatale. Música alternativa para darle un toque de cine independiente y poco más que destacar. Es buen cine hecho de manera simple con una historia que no da para mucho. A los pocos días ya uno poco recuerda de lo que visionó. Es por ello que perfectamente se puede pasar uno sin verla, no va a pasar a la historia del cine y apenas aporta al espectador.
Para Recordar: Que en el estado de bienestar europeo hay muchas personas olvidadas que no tienen protección y viven del pillaje y prácticamente en la miseria. Algunos niños tienen que madurar demasiado pronto.
Para Olvidar: No es una película que deje poso alguno, poco que recordar y un relato que pronto pasará al olvido en mi mente. Cine independiente de pocos kilates.
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