USA (1972)En un futuro lejano, la tierra ya no existe como la conocemos ahora. Los bosques han desaparecido y han sido sustituidos por entornos artificiales. Toda la comida es sintética y los animales murieron con el ecosistema. En una maniobra política, el gobierno yankie envía unas naves al espacio para que intenten reproducir los bosques terráqueos. Una flopa que lleva años trabajando y solo ha conseguido resultados satisfactorios en uno de los casos. Freeman Lowell es el único botánico que ha logrado una recreación perfecta de la naturaleza terrestre. Es el triunfo de su vida. Sin embargo los EE.UU. No piensan igual. El proyecto empieza a ser más un problema que una ventaja; los gastos son enormes y los frutos nada buenos. Por esto, la administración pone fin a la investigación y ordena destruir los invernaderos. Pero Lowell no esta dispuesto a permitir que todo su trabajo y la posibilidad de que la tierra vuelva a ser como antes, se pierda en el olvido. Hará todo lo posible para conservar la flota; en esta misión no esta solo: unos simpáticos robots con forma de televisión con piernas le acompañarán hasta las últimas consecuencias.
Hoy presentamos en piniculas una obra “clásica” dentro del género de la ciencia ficción. Podriamos catalogar a Naves Misteriosas, como un referente dentro del underground fantástico. Sin un gran argumento y con una sobria puesta en escena, el film guionizado por Michael Ciminio nos muestra un alegato ecologista visionario para la época. Toda la acción se desarrolla en una nave en la que el punto simpático lo aportan los robots de apoyo: unas formas tan imposibles como originales. Unas televisiones con piernecitas y manos, que se expresan en un lenguaje propio al mas puro estilo R2D2. Mucho más no se puede decir de la película, pues el guión es tan simple como esto. No obstante el visionado es recomendable pues es un referente dentro de la “scifi”.
Nota:7
Para Recordar: Sin duda alguna los robots.
Para Olvidar: La simpleza de la historia.
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