USA (2013) Walter Mitty es el típico trabajador de clase media normal a más no poder. No destaca en su trabajo, no se relaciona ni con hombres ni con mujeres y nunca le ha pasado nada interesante en su vida. Será por eso que a veces tiene unas peculiares crisis de “imaginación” y se queda absorto imaginando una realidad paralela donde él es el protagonista de las más increíbles historias. El problema está en que cuando vuelve a la realidad todo sigue siendo tan gris e insulso como siempre. Así pasan los días hasta que recibe un paquete del famoso fotógrafo Sean O´Connell; en él las fotos que harán furor en la revista en la que Walter trabaja. El señor Mitty, profesional ejemplar, siempre ha revelado todas las instantáneas a la perfección. Pero en este caso parece ser que ha perdido la más importante. Temiendo por su empleo, decide preguntar a Sean si tiene una copia. Suena sencillo, pero no lo es cuando el fotógrafo no usa móviles ni internet y nadie sabe donde vive...
Ben Stiller nos sorprendió el pasado año con esta película a medio camino entre la fantasía y la aventura. Saliéndose del género de la comedia, Ben se atrevió con un film épico para idealistas que tienen de alguna manera el síndrome de Peter Pan. Si bien es cierto que el trasfondo es maravilloso, los paisajes increíbles y los efectos visuales reseñables, el resultado final es una amalgama de historias predecibles que aportan poco a la complejidad que prometía la película al inicio. Por supuesto, el mensaje de esperanza y lucha por los sueños que transmite el largometraje no se puede empañar de manera gratuita, pero desde luego esta obra podría haber dado mucho más de sí con un guión más complicado.
Nota: 6,8
Para recordar: Las situaciones de Meetic. Surrealistas e hilarantes.
Para olvidar: La “aventura” del monopatín. Que alguien le diga a Ben Stiller que tiene casi 50 años.
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