Australia (2013) Producción dirigida por Sophie Hyde, premio a mejor directora en el Festival de Sundance y premio especial del jurado en el Festival de Río de Janeiro. Billie es una adolescente que vive con su madre, sus padres están separados. La causa de la separación de sus progenitores es que la madre de Billie no se siente mujer, siempre se ha sentido hombre y ahora va a llevar a cabo el proceso de transformación con hormonas. Por ello la madre decide que Billie ahora esta etapa la va a vivir con su padre, necesita un año para encontrarse y realizar su proceso, pero no será un abandono total, madre e hija llegan al acuerdo que se verán todos los martes por la tarde, después del instituto, serán 52 martes donde Billie y su madre tendrán que adaptarse y vivir una nueva situación muy particular en sus vidas. Al principio la relación es bastante cordial, aunque Billie esté molesta porque la han mandado a vivir con su padre. Después ya los cambios en la madre empiezan a ser evidentes y Billie tiene curiosidad por el sexo, se vuelve más rebelde y también confusa, a pesar de que se le ve cierta madurez aun es bastante joven para los cambios que se están produciendo en su familia. Incluso las sagradas citas de los martes pasan a un segundo plano, Billie llega tarde, a veces se le olvida y su madre ya ha conocido a una mujer que la apoya en su proceso de cambio de sexo. Billie a través del hermano de su madre va con sus amigos a un local de su tío, un cuarentón rockero que no quiere crecer. Allí es donde Billie se siente ella misma, experimentando, con sus amigos. Madre e hija se distancian pero el proceso irá acabando y el amor y la comprensión se va abriendo camino en esta relación maternofilial tan íntima.
Sorprendente relato que viene desde las antípodas, una historia con un argumento que siempre me ha interesado mucho, cómo afectan tus decisiones sobre las personas que más quieres y tienes a tu alrededor. Con un ritmo y estructura totalmente original por que todo pasa ante nuestros ojos durante los 52 Martes que tiene un año, eso no quiere decir que cada Martes tenga que pasar algo especial o extraordinario, la película también refleja la cotidianidad, la intimidad, la mentira y otros muchos más aspectos difíciles de filmar, ahí radica el punto fuerte del relato. Me recuerda en algunos aspectos a la maravilla que es la serie Transparent, cuya visión recomiendo, es una gran serie. Aquí es todo más simple, cine independiente con buena calidad donde es muy interesante ver como actuamos para encontrarnos a nosotros mismos, buscar el lugar donde seamos conocidos por nuestra persona y no por donde venimos. Un drama de difícil clasificación que es recomendable, habla de cosas tan universales como el amor y la comprensión, algo que en la actualidad muchas veces tenemos olvidado.
Para Recordar: la impresionante transformación de la madre de Billie de mujer a hombre, es increíble. Es una historia muy original y diferente.
Para Olvidar: al tener que contar en menos de 2 horas un año entero martes por martes hay cosas inconexas, algunas no tienen sentido y a veces el ritmo es muy rápido y otras un poco lento.
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