Un anciano octogenario, convive en una residencia con una mujer de la misma edad. El hombre, totalmente lúcido, gusta mucho de leer historias a la entrañable abuela, que no es tan afortunada y parece que tiene algún problema de memoria. La novela preferida de ambos es una en la que un joven campesino se enamora perdidamente de una rica mujer; un amor de verano cuando no habían llegado a la mayoría de edad. Los chicos, se separan y la guerra se entromete. Cuando parece que su idilio había sido matado por la distancia y el olvido, se reencuentran y la chispa vuelve a brotar. La vieja mujer se emociona mucho escuchando la narración; le parece tan bonita y tan romántica que no puede evitar llorar cada vez que se la cuentan. Pero cada vez tarda menos en olvidarla y su familia esta muy preocupada por ella. Su familia y su acompañante en la residencia. Pero no importa, él le volverá a narrar el cuento las veces que sean necesarias…
Drama romántico dirigido por el hijo del conocido director y actor, John Cassavetes, Nick. Buena aportación al séptimo arte, en lo que se considera un film de culto para el género. Al más estilo de La princesa prometida, este ejercicio de historia dentro de historia, no dejará lágrima dentro de ojo. Persiguiendo enternecer y transmitir un mensaje directo, consigue su objetivo sin ir más allá. Me explico: tiene su moraleja y el final es emotivo, pero la historia se reduce a una pareja que se enamora, se separa y luego se vuelve a encontrar, sin más complicación. No apta para los adictos a las comeduras de cabeza y muy recomendable para los que quieran ver una de esas pelis que se denominan “bonitas”.
Nota: 7,6
Para Recordar: El final, aunque un poco previsible es muy bonito.
Para Olvidar: La simpleza de la historia secundaria.
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