Islandia (2008)En Islandia, la ley seca aún seguía en vigor en el siglo XX. Y como toda prohibición, existe un mercado clandestino para saltarla. Sobre todo cuando hay gente tan desesperada como Kristofer. Siempre diciendo que es la última vez y siempre pillado hasta el cuello. La mejor manera de traer alcohol a la isla es en barco desde Rotterdam. A pesar de los registros y de la mala fama de este tipo de contrabando, siempre encuentras complices entre la tripulación. Ya que se habla de contrabando, porqué no traer unas cuantas anfetas para los jóvenes islandeses. En los cargeros se trapichea con todo. Pero Kristofer tiene principios y eso a él no le va. Quiere un golpe rápido que le permita reengancharse con la vida normal. Por lo menos eso es lo que le dice a su mujer. Lo que pasa es que cuando se trata con gentuza lo más normal es que te metas en líos. Una vez más todo sale al revés y lo que iba a ser un camino de rosas, se convierte en un entuerto donde se mezclarán, los tiros, los secuestros, el alcohol, la droga y hasta el tráfico de arte...
Película aclamada por la crítica, que vió la luz en 2008 en mi querida Islandia. Un thriller de vieja escuela, que narra una capítulo desconocido para muchos: el contrabando de alcohol durante la prohibicion en Islandia. Al más puro estilo europeo, una trama simple, se va complicando con situaciones tan absurdas como creíbles. El director, Óskar Jónasson, logra descomponer a su protagonista hasta dejarlo desnudo de iniciativa, para luego darle la oportunidad de coger la batuta de héroe y de que sorprenda con su gran ágilidad mental. Nada complejo, este largometraje del país del hielo, no te deja nada frío, al contrario, terminas tan satisfecho del visionado, como el protagonista lo esta con su suerte.
Nota: 8
Para Recordar: Cuando se meten en la casa del capitán del barco.
Para Olvidar: Lo complicado que es encontrar expresividad en los actores escandinavos, sobre todo con el dialogo doblado.
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