Man on Wire

Documental británico del año 2008 dirigido por James Marsh, entre otros premios tiene el Óscar al mejor documental y el premio Bafta a la mejor película inglesa. Philippe Petit es un funambulista francés que siempre ha amado cruzar grandes construcciones arquitectónicas, dice que si muere al menos lo hará de una manera muy grande y haciendo lo que más le gusta. Ya ha cruzado las torres de la catedral de Notre Damme y el puente de Sydney, ambos actos de manera ilegal y sin pedir permiso alguno. Pero tiene un gran sueño en su vida, cruzar de un lado a otro de las Torres Gemelas de Nueva York, su fascinación por realizarlo empieza ya desde la propia construcción de las torres y con la ayuda de sus amigos el 7 de Agosto de 1974 tras una madrugada muy complicada logra hacer pasar el cable de un lado al otro de las torres y Petit puede realizar su sueño, estar durante 45 minutos cruzando las Torres Gemelas antes de ser detenido, pudieron burlar todas las medidas de seguridad y ese día en Manhattan la gente miraba al cielo para observar pura poesía en el acto que realizaba nuestro protagonista.

Algunos declararon que Philippe Petit había realizado el crimen artístico del siglo XX, de como un hombre ayudado de sus amigos había logrado la proeza de mantenerse suspendido en un cable por el cielo de Manhattan a unos 450 metros de altura, sin permisos, todo en secreto. La relación con sus amigos lejos de parecer idílica incluso parece un poco forzada, quien está siempre a su lado es su mujer, algunos de ellos enseguida querian abandonar el proyecto y no estaban seguros de la locura que estaba pertrechando este personaje, pero una vez arriba y cuando la noche estaba dejando la ciudad entonces disfrutaron de la proeza de Petit. Un documental donde lo fascinante está en la historia y el simbolismo que ese hecho trae en sí pero que de ritmo anda un poco desajustada porque incluso se hace un poco pesada hasta que por fin ves las imágenes donde el funambulista se sube al cable y ves la tremenda belleza de una pequeña figurita negra andando por el cielo entre las dos torres. Una historia muy bonita donde cuando escuchas al protagonista empatizas con él y sales con una sonrisa tras su visionado.

Para Recordar: La historia y el simbolismo del documental.
Para Olvidar: Algunos monólogos de los protagonistas un tanto vacíos.



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