Grecia (1998)
Producción dirigida por Theodoros Angelopoulos, ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes y Premio del Jurado Ecuménico. Alexandre es un viejo poeta y escritor, vive en la casa de toda la vida y su muerte está próxima, va a visitar a su hija para verla y poder despedirse a su manera, quiere dejar su perro al cuidado de alguien de confianza. Allí recibe de su cuñado la noticia de que la casa va a ser vendida, hecho que le duele en el alma porque ha sido la casa de su niñez y de sus antepasados, en esa vieja y gran casa al lado de la playa han ocurrido algunos de sus mejores momentos de su vida junto a su ya fallecida mujer y sus hijos. De vuelta a la calle, Alexandre se encuentra con un niño limpia cristales que hay por las avenidas de Atenas, es perseguido por la policía y nuestro protagonista le ayuda a huir, este niño es un inmigrante albanés y pronto surge una amistad y complicidad entre ellos, anciano y niño juegan a que el chaval le va a vender nuevas palabras que nuestro escritor necesita para poder acabar el poema más bello escrito.
Nos encontramos ante el tipo de cine que es carne de premios en festivales, una obra lírica llena de poderosa poesía y que invita a la reflexión a través del personaje magistralmente interpretado por Bruno Ganz. El guión es toda una declaración de intenciones, ya que lo importante no es el argumento que reflejo en el primer párrafo de la crítica, sino los pensamientos de Alexandre, la inocencia del niño y la no resignación hacia la muerte, en el guión colaboró el prestigioso escritor Petros Markaris, el creador de las novelas del comisario ateniense Kostas Jaritos, además también están Tonino Guerra y Giorgio Silvagni. Una película únicamente para adultos que puedan sentarse 2 horas y 10 minutos a pensar y filosofar a través del maestro Angelopoulos, un director que no deja indiferente a nadie porque o lo odias por su lenta cadencia del ritmo para contarte algo o que te gusta que haya este tipo de películas diferentes que nunca serán taquilleras, a no ser que te pongas de moda como Terrence Malick. Por desgracia ya no podrá hacer más, un accidente al atropellarle una motocicleta acabó con su vida ayer. Descanse en paz y desde aquí mi pequeño homenaje a este director griego.
Para Recordar: Los pensamientos de Alexandre, la vida es más sencilla de lo que nos planteamos, hay que saber que es lo más importante y que más nos aporta, la solidaridad, por ejemplo.
Para Olvidar: La rallada del autobús cuando sube con el niño, me parece que ahí se le va un poco la pinza.
Para mas info, haz click aki
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Películas alternativas, para los seguidores inconformistas del séptimo arte.
Me gusta el dinero de las mujeres por que es el mas dificil de conseguir. Ademas huele bien...
Harry Steele - Secret of the Incas
jueves, enero 26, 2012
La eternidad y un día
Etiquetas:
Achilleas Skevis,
Alexandra Ladikou,
Atenas,
Bruno Ganz,
Cannes,
Despina Bebedeli,
Fabrizio Bentivoglio,
Giorgio Silvagni,
Isabelle Renauld,
Petros Markaris,
Theodoros Angelopoulos,
Tonino Guerra
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario