España (2011)
Documental dirigido por Roberto Lozano Bruna que ha participado en varios festivales de cine, sobre todo en aquellos donde se le da especial importancia a los derechos humanos debido a su temática. En él se desgranan los elementos periodísticos que un corresponsal de guerra debe tener en cuenta para su trabajo. A través de la visión de nuestros cuatro protagonistas conseguiremos acercarnos un poco más a una labor que desde fuera parece fascinante por su componente aventurero pero que en realidad hace que te acerques más a la barbarie del ser humano y que resulta muy difícil ser un componente neutro dentro de un contencioso armado. David Beriain en Afganistán, Gervasio Sánchez en la antigua Yugoslavia, Mikel Ayestaran en Irak y Hernan Zin en el Congo nos cuentan aspectos individuales de su trabajo porque cada conflicto tiene sus propias características y cada reportero tiene una forma diferente de enfocar su trabajo en la corresponsalía, mientras por ejemplo Beriain es más espectacular y se sumerge más en situaciones de peligro en combate pues Hernan Zin visita un hospital donde están las mujeres congoleñas que han sido violadas o mutiladas. Impresiona bastante el trabajo de post guerra de Gervasio Sánchez para la antigua Yugoslavia, a él le tocó llevar el conflicto pero también quiso dar su mirada después de la guerra para que se vean las consecuencias, un trabajo igual de interesante pero sin nada de adrenalina para el periodista, al menos se pone un componente humano al contar historias de personas fuertemente golpeadas por la guerra, siempre y cuando como dice Gervasio la persona en cuestión dé su consentimiento.
Impresionante pieza documental realizada en nuestro país en el sector periodístico, con cracks de reporteros que ya tienen bastante fama incluso a nivel internacional. Una pena que por ejemplo Gervasio Sánchez y Ramón Lobo (que también aparece en el documental) hayan sido incluidos en el último ERE del diario El País, me parece una vergüenza. Además de ellos cuatro aparecen colaboradores tan prestigiosos como Arturo Pérez Reverte, el maestro Enrique Meneses o Rosa María Calaf, una periodista de la televisión pública que daba prestigio a los servicios informativos españoles. Toda una lección para jóvenes aspirantes e idealistas al periodismo, donde la información es la verdad y no la manipulación de los grandes holdings de la comunicación que dirigen bancos o políticos. Contando historias verdaderas que duelen verlas y conocerlas pero que a través de su información sirven para denunciar injusticias. En el tramo final del film es muy difícil aguantar las lágrimas ante el horror serbio en Srebenica, una limpieza étnica en el patio trasero de la propia UE. Gervasio Sánchez como bien cuenta y estoy completamente de acuerdo, que si algún político dijo en su momento que no sabía lo que pasaba allí es mentira, ellos lo estaban contando. Impresiona que pases a las casas bosnias y encontrar los mismos discos que tu escuchabas, esa cercanía hace que pienses que te podría haber ocurrido a ti. Una película imprescindible para amantes del documental y el periodismo y muy recomendable para todo el mundo a pesar de la dureza de lo que se cuenta.
Para Recordar: Como muy bien dice David Beriain el periodismo consiste en averiguar lo que no interesa que se sepa, la verdad. Lo demás es propaganda. También hay que recordar lo terrible del ser humano en matanzas como en Srebenica o las violaciones en el Congo.
Para Olvidar: Más bien que olvidar es como encontrar una explicación ante hechos que te pueden parecer imposibles que en pleno siglo XXI se cometan las barbaries en distintos lugares del mundo de tal calibre.
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